Llega el buen tiempo y con él, el calor insoportable y no hay nada mejor para soportar ese calor que un buen polo o helado refrescante y mucho mejor si es casero y sabemos que es más saludable al hacerlos nosotros con nuestros productos que los que se pueden comprar ultra procesados. De esta manera podemos hacer recetas creativas y hacer helados de los sabores que más nos gustan.
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La clave de un buen polo o helado casero es utilizar productos frescos, sobre todo en el caso de la fruta, así conseguiremos un polo saludable y de temporada. Y si se quiere conseguir que el helado o polo sea cremoso, la mejor idea es meter un yogur o nata para conseguir una mejor textura.
A continuación, te presentamos dos opciones de polos para hacer en casa. Son unas recetas muy sencillas con las que conseguir unos helados caseros para disfrutar con este buen tiempo.
Helado casero de fresa. Necesitamos 500 gramos de fresas, 150 gramos de azúcar o azúcar glas, una cucharada de azúcar invertido o de miel y 350 gramos de nata muy fría, con un mínimo del 35% de materia grasa. Para elaborar el postre sólo hay que limpiar bien las fresas, trocearlas por la mitad y meterlas en el congelador. Una vez congeladas, las trituramos para que quede como un granizado y le incorporamos la nata bien fría, junto con la cucharadita de azúcar invertido o miel. Sólo hay que volver a meterlo en el congelador y dejarlo un mínimo de tres horas antes de consumirlo.
Helado casero de menta y piña. Necesitamos 500 gramos de piña fresca y 10 hojas de menta fresca. Pelamos y cortamos la piña en trozos y lo trituramos con una batidora de mano. Podemos poner un poco de agua si se queda muy espeso. Añadimos las hojas de menta y volvemos a triturarlo. Se pueden incorporar también yogur o leche para hacerlo más cremoso. Congelar durante tres horas.
Helado casero de yogur griego y frutos rojos. Hace falta 350 gramos de yogur griego natural azucarado, 115 gramos de frutos rojos del bosque congelados, 30 mililitros de sirope de agave o azúcar de caña, 15 mililitros de zumo de limón y 5 hojas de hierbabuena. Hay que triturar todos los ingredientes y crear una mezcla homogénea que luego congelar durante mínimo tres horas.