Con estos vasitos de crema de queso fresco y mascarpone con fresas y té matcha vamos a crear un postre que va a encantar a tus invitados. Es un postre ligero, fresco y perfecto para que quede resultón y agrade a la vista.
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Los ingredientes para elaborar esta receta son los siguientes:
- 400gr de fresas congeladas o fresas frescas
- 5ml de zumo de limón o lima
- 30gr de azúcar moreno
- 250gr de queso fresco batido desnatado
- 250gr de queso mascarpone
- 20gr de azúcar glasé
- 5ml esencia de vainilla
- frutos rojos congelados para decorar
- té matcha en polvo para decorar
Primero hay que lavar y secar con suavidad las fresas, y quitarles el rabito antes de trocearlas en trozos muy pequeños. Mientras ponemos un cazo a calentar en el fuego con el azúcar moreno y el zumo de limón o lima.
Incorporamos las fresas cortadas al cazo y calentamos y cocemos a fuego suave, machacando la fruta con una cuchara, para que suelte todo el jugo y espese un poco hasta adquirir una consistencia de una mermelada, que espesará más al enfriar. La colocamos en varios vasos y la dejamos enfriar en la nevera.
Con unas varillas y a mano en un bol, batimos el queso mascarpone con el queso fresco y el azúcar glasé tamizado. Añadimos la esencia de vainilla para darle más sabor y vamos probando para ver que esté lo suficientemente dulce.
Sacamos los vasos de la nevera con la crema de fresas ya fría y ponemos encima la crema que hemos hecho con el mascarpone y el queso fresco batido. Volvemos a meterlo en la nevera para que coja consistencia y se mezclen los sabores. Ya cuando vayamos a servir los vasitos en el postre, los sacaremos, les pondremos los frutos rojos congelados para decorar, así como el té matcha y listo.