Los buñuelos son el postre perfecto para los amantes de lo dulce, además de ser deliciosos, son muy fáciles de preparar y rápidos, ya que en menos de una hora puedes estar sentado en tu sillón disfrutando de este delicioso postre. En esta oportunidad te enseñaremos a preparar una versión súper otoñal, utilizaremos membrillo, y mucho mejor si este es casero, para hacer este delicioso postre de estación.
Te podría interesar
Ingredientes
- 150 ml de leche entera
- 100 g de harina de trigo
- 5 ml de aceite de oliva virgen extra
- 1 pizca de sal aproximadamente 3 gramos
- 120 g de dulce de membrillo
- 1 huevo tamaño M
- Aceite de girasol o aceite de oliva virgen extra suave en abundancia, para freír
- Para decorar: Azúcar glasé, para espolvorear por encima
Preparación de los buñuelos
Para este postre usaremos un recipiente amplio y hondo para hacer la masa de los buñuelos, metemos la harina y hacemos un agujero en el centro, a modo de volcán, donde vamos introduciendo el resto de ingredientes, primero la sal, después la leche y el aceite y, por último, la yema del huevo, luego trabajamos con una cuchara de madera, removiendo sin parar y suavemente para incorporar bien la harina y conseguir una masa lisa, sin grumos y homogénea.
Después en otro recipiente hondo introducimos la clara de huevo, batimos, a mano o con unas varillas eléctricas, hasta conseguir el punto de nieve e incorporamos la clara montada al recipiente con la mezcla de harina y demás ingredientes del postre, removemos con una lengua de silicona, suavemente y con cuidado para que no se baje. Luego cortamos el membrillo en pequeños dados y añadimos a la mezcla anterior.
Una vez lista la masa de buñuelos de estación con membrillo procedemos a calentar abundante aceite en una sartén, cuando haya alcanzado los 170º C tomamos cucharaditas de la masa del postre y la dejamos caer en el aceite con mucho cuidado, deslizando la masa, o si prefieres, otra opción es introducir la masa en una manga pastelera y dejar caer la masa en el aceite directamente, en pequeñas porciones.
Cuando los buñuelos estén dorados por todos lados, los retiramos del aceite, los escurrimos bien y los depositamos en un plato o fuente con papel absorbente. En el momento de servir, mejor si están recién hechos, los espolvoreamos con azúcar glasé y listo, tu postre exquisito de membrillo ya se encuentran listos para disfrutar de un bocado de rechupete.