El café es una de esas partes del ritual mañanero que no puede faltar, tan facil como disolver un poco de café soluble en agua caliente para disfrutarlo, aunque a algunos no nos gusta tanto de esa forma. La mejor forma de hacerlo siempre es en una cafetera, de esas caseras que les pones un filtro de papel, o las profesionales que tienen en las cafeterías, incluso si usas una cafetera italiana o una prensa francesa. No importa como lo hagas, pero no hay nada como el café recién hecho. Pero ¿qué pasa cuando te sobra café?
Los más puristas del café dirían que hay que tirarlo. Pero si lo vemos desde otra perspectiva, no hay por que desperdiciar, y no veo por qué sería un problema recalentarlo... excepto porque el café recalentado no sabe tan bien. Por eso aquí te compartimos el truco para recalentar el café y que no sepa a quemado.
¿Por que sabe diferente el café recalentado?
Seguro has notado que gran parte del café es su perfil aromático. Es decir, si no huele bien, no sabe bien. Y así como pasa con los aromatizantes, que poco a poco van perdiendo intensidad, así también pasa con esta bebida. A medida que pasa el tiempo el café va perdiendo su aroma, y con el sus propiedades.
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Además, el café tiene sustancias que se oxidan fácilmente, sobre todo después de mezclarlo con agua caliente, entonces, después de preparar el café, bastarán unos minutos para que comience a oxidarse, como consecuencia, aumenta el pH, lo que le confiere un sabor mucho más amargo.
Cómo recalentar el café
Lo que hacemos la mayoría de nosotros cuando nos ha sobrado café y queremos aprovecharlo es calentarlo en el microondas a alta potencia, para que esté listo lo más rápido posible. Pues resulta que esto es lo peor que podemos hacer. Al calentar el café rápidamente, se oxidan los pocos compuestos aromáticos que le quedan, así que va a saber incluso más quemado de lo que sabía cuando estaba frío.
En cambio, si quieres recalentar el café, lo mejor que puedes hacer es calentarlo de apoco en una olla a fuego lento, así no se forza al café y se mantienen los aromas que quedaban. Es cierto que no te sabrá tan bien como cuando estaba recién hecho, pero seguro que estará mejor que si lo calientas en el microondas.
El truco para que no sepa a quemado
Pero si, aun recalentado lentamente, sigue sin agradarte su sabor, existe otro truco que te ayudará aún más a conservar los aromas y sabores restantes del café. El consejo es calentar agua o leche por separado y añadirla al café frío, de modo que no calientes el café directamente.
En lo personal no me encanta la idea de agregarle agua, porque va a quedar un café muy diluido, pero si te gusta el café con leche, esta es una excelente idea para aprovechar el café del día anterior.
Lo que queda claro es que no hay por qué desperdiciar el café. Si quieres disfrutar de una taza caliente con la extracción del día anterior, pon a prueba estos consejos y nota la diferencia. Pero si de todos modos no te ha gustado, siempre puedes utilizar el café sobrante para agregarlo en tus recetas, como este bizcocho de café.