Se ha conocido hace poco la noticia de que los expertos reunidos en el congreso internacional del hígado, pidieron reducir el consumo de alcohol ara prevenir enfermedades mortales. El alcohol es un factor de riesgo para más de 200 trastornos de salud y está vinculado al 40% de las muertes por enfermedades hepáticas, por lo tanto, no consumirlo es la mejor forma de evitar futuros problemas.
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Durante y después de la pandemia, el consumo de bebidas alcohólicas aumentó considerablemente a nivel global, por lo que los hepatólogos aconsejan encarecidamente pasar al menos tres días por semana sin ingerir alcohol para no poner en riego la salud. Esto debe acompañarse de ingestas de este tipo de bebidas moderadas el resto de los días y de una alimentación balanceada.
Una investigación llevada adelante por la Asociación Europea de Estudios del Hígado señalo que Europa sufre la mayor tasa de consumo de alcohol del mundo. En consecuencia, los datos de la Organización Mundial de la Salud muestran que la enfermedad hepática ocupa el segundo lugar después de la cardiopatía isquémica como la principal causa de años de vida laboral perdidos en Europa.
La cantidad de alcohol saludable es mínima, se debería disminuir a como máximo, un vaso de vino por día. Pero es necesario alertar que esto varía según el estado general del hígado de cada persona. El 30% de la población tiene hígado graso y no lo sabe, casi todas las hepatitis C están sin diagnosticar, al igual que las hepatitis B. Y en esos casos en particular, el consumo de alcohol es una catástrofe.
Así que ya sabes el consumo de alcohol en exceso no solo daña el hígado si no que también produce una gran variedad de afecciones físicas, desde el cerebro hasta tu corazón pueden sufrir las consecuencias de la ingesta inadecuada de alcohol, así que si vas a beber recuerda que el tope para que no sufras ningún padecimiento es mantenerse tres días sin beber cada semana, y nunca consumir más de cinco unidades de alcohol de una vez y no más de 10 a la semana.