Suben las temperaturas, comienza el verano y las bebidas frescas son las aliadas ideales para combatir la sed y el calor. Batidos, cócteles, vinos y cervezas, entre otras más, ayudan a pasar los días muy calurosos. Claro que lo ideal y más saludable es beber agua para estar hidratados.
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Una de las bebidas que se suele disfrutar más en días de calor es la cerveza, ya sea para disfrutar solo, en pareja o con amigos, este líquido hecho a base de granos de cebada presenta propiedades beneficiosas para el cuerpo. Su consumo debe ser con moderación, ya que no deja de tener alcohol, y hay que consultar con un profesional de la salud para evaluar los posibles efectos de su ingesta a largo plazo.
Uno de los beneficios de beber cerveza va de la mano con el proceso digestivo. Esta bebida tiene un alto contenido de fibra, por lo tanto ayuda a expulsar las heces con más facilidad, evitando el estreñimiento. Además, favorece la digestión, estimulando las enzimas pancreáticas, ácido gástrico y gastrina.
La cerveza también tiene antioxidantes naturales, por lo tanto retrasa el envejecimiento de la piel y el lúpulo actúa a nivel celular en este sentido. Además, otro beneficio de esta bebida es un diurético por excelencia: las toxinas del cuerpo se eliminan con facilidad y más rápido por su alto contenido de potasio.
Según una investigación de la Universidad de Harvard, la cerveza ayuda en la disminución del riesgo de padecer diabetes. El estudio (publicado en la revista American Diabetes Association) fue hecho con hombres adultos de mediana edad con ingestas diarias de esta bebida. Reducir el riesgo de cálculos renales en un 40%, es otro de los beneficios que aporta el líquido al cuerpo, según un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública de Helsinki, en Finlandia.