Venerado por unos y rechazado por otros -aunque cada vez menos-. El vino tinto es uno de los productos marca España que se ha situado en el centro de la gastronomía. Sin embargo, sus bondades pueden ir más allá, también en el cuidado de la piel, ya que este es el vino que previene arrugas y ayuda a mejorar el aspecto de la piel. Veamos por qué también es idóneo en el mundo de la belleza.
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¿Cómo se originó el vino?
El origen del vino se encuentra nada menos que en el año 5.000 a.C. o incluso en fechas anteriores. En las mitologías egipcia y griega ya existen referencias a la producción de la vid. Considerado siempre una bebida noble, como sabemos, se trata de una bebida hecha de uva a través de la fermentación alcohólica de su mosto. Precisamente en la uva se encuentran todos los beneficios para el cuidado de la piel que concentra el vino.
¿Qué beneficios tiene el vino para el cuidado de la piel?
El contenido de polifenoles de las uvas rojas y moradas que dan lugar al vino tinto pueden contribuir a frenar el envejecimiento prematuro de la piel, tal como explican desde el periódico La Opinión. Así, estos compuestos tienen un efecto antioxidante y antiiflamatorio que restan el negativo efecto de los radicales libres. Diversos estudios han demostrado como el resveratrol, presente en la uva mejora el aspecto y elasticidad de la piel.
¿Hay alternativa para prevenir las arrugas sin alcohol?
Pero, ¿es necesario consumir una bebida alcohólica como el vino para contribuir al cuidado de la piel? No necesariamente. De hecho, la ingesta frecuente de bebidas con alcohol puede conllevar más perjuicios que beneficios. Los polifenoles presentes en este vino que previene arrugas también se pueden incorporar en la dieta a través de uvas, arándanos, cacahuetes, pistachos o también otros alimentos como el chocolate negro y favorecer así un mejor aspecto y la belleza de la piel.