La cerveza es, por mucho, la bebida alcohólica más consumida del mundo, y es que existe una cerveza para cualqueir paladar, las hay dulces y amargas, suaves y cremosas, claras y oscuras. De hecho, hay tantas variedades que cada productor la hace diferente.

Sucede un poco como en los vinos, no solo depende del ingrediente con el que se produzca, sino de cada uno de los pequeños detalles durante el proceso. Así podemos tener dos cervezas hechas prácticamente de la misma manera y con la misma cebada, pero basta con cambiar ligeramente el tiempo que se deja fermentar para cambiar por completo el sabor. 

En el pasado el proceso de elaboración era muy artesanal, así que la cerveza de un día podia saber muy diferente a la día siguiente, Por eso las grandes cerveceras han desarrollado sistemas estandarizados que les permiten replicar los procesos con exactitud, de modo que puedan obtener el mismo sabor en cada botella.

Uno de estos sistemas es el de la fermentación. Para ello, los productores añaden levaduras a la cerveza, la cuál debe de estar en un ambiente controlado de temperatura y presión, cuidando en todo momento que no haya ninguna contaminación. 

Pero existen aún algunos productores que llevan a cabo un proceso más artesanal para producir otro tipo de cerveza muy especial: la lambic.

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¿Qué es la cerveza lambic?

La cerveza lambic o de fermentación espontantea es una de las variantes más antiguas de cerveza en el mundo. Se trata de una receta de origen belga con más de 400 años de tradición que, como su nombre lo dice, se diferencía de otras por su proceso de fermentación.

Estas cervezas belgas se producen especificamente en el valle del Senne. Esto se debe a que las levaduras y bacterias de este valle hacen a las cervezas Lambic únicas en el mundo. 

Así es como se hace

Su elaboración se basa en un 70% de la cebada ligeramente malteada. El 30% restante puede ser trigo crudo o sin maltear. Su fermentación espontánea hace que la cerveza Lambic sea una de las cervezas más especiales de Bélgica. Esto marca la diferencia con otros tantos tipos de cerveza.

Mientras que las Lager o las Ale, suelen fermentarse en tanques verticales herméticos, para controlar mejor los microorganismos de la fermentación, la Lambic se fermenta en abierto, así el mosto queda en contacto con el ambiente, de donde obtiene las bacterias y levaduras salvajes. 

Después de esto deben dejarse envejecer hasta tres años en barrica de madera. Después de este tiempo, se pueden dar muchas posibilidades. Desde la mezcla de distintas cervezas de diferentes añadas, como las Gueuze, hasta la maceración con frutas durante meses, como son las Lambic frutales. Esto hace que las cervezas Lambic tengan múltiples estilos dentro de su género.

¿Y a que sabe?

Las cervezas Lambic son ácidas, por su fermentación láctica. Por eso a veces se les añade azúcar durante las últimas etapas. De este modo se equilibra su acidez. Otro aspecto que las hace especiales es el uso de lúpulos obtenidos, al menos, tres cosechas atrás. Así, el lúpulo ya habrá perdido su intenso aroma y su amargor, pero mantendrá las propiedades conservantes que dan estabilidad a la cerveza.

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Como verás, aunque puedan resultar un tipo de cervezas únicas en el mundo, sus variedades son muchísimas. Unas cervezas muy especiales y exquisitas que, a pesar de elaborarse sólo en Bélgica, son accesibles en muchos otros países del mundo.