Las intensas olas de calor que no han dejado de azotar a España se están convirtiendo en una problemática que afecta los suministros, las condiciones sanitarias y por supuesto nuestra salud. Con la llegada del verano, el calor solo se está intensificando gradualmente, provocando que los días o noches se conviertan en una batalla interminable que termine costándonos todas nuestras horas de descanso intentando permanecer frescos en nuestra propia cama.
Basta de esas incómodas veladas con insomnio dando vueltas a la almohada o girando sobre el colchón para encontrar al menos un espacio que se mantenga frío sobre el que podamos acostarnos e intentar dormir al menos un par de horas. No te olvides que dormitar no significa descansar y mucho menos recuperar la energía que necesitamos para rendir a las actividades a lo largo del día.
Solo necesitarás darte una vuelta por la nevera para descansar como un bebé sin importar a qué temperatura esté la noche.
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¿Cómo mantener mi casa fresca en verano?
Lo único que necesitaremos para hacer correr aire fresco por todas las habitaciones será un ventilador y un recipiente con hielos o una botella de agua congelada.
Una vez consigas los elementos necesarios para armar tu aire acondicionado casero es hora de empezar. Primero consigue una superficie estable que esté a la misma altura de tu cama, después coloca la botella de agua o los cubos de hielo frente al ventilador y prepárate para la noche más fresca de tu vida.
Pero ojo, asegurarte de acomodar tu nueva brisa invernal a aproximadamente un metro de distancia de tu cuerpo para no arriesgarte a contraer algún resfriado que pueda afectar tu condición física.También puedes aplicar este tip en todas las habitaciones donde necesites decirle adiós al calor.