Generalmente al estar cocinando, nuestra atención se centra en los ingredientes, preparaciones o recetas, dejando de largo a los instrumentos y puede que no parezcan importantes, pero la realidad es que un sarten puede marcar la diferencia entre una divertida aventura culinaria o una muy incómoda tarde tratando de despegar la comida de la superficie, además, el mal uso o la falta de cuidado puede generar algunas fisuras, provocando que la apariencia y funcionalidad se deterioren.
Según sea el material del que esté compuesto una olla, caldero o sartén, puede modificar desde los tiempos de cocción hasta la calidad de nuestros alimentos, aumentando o reduciendo la cantidad de nutrientes que vamos a consumir y por ende, realizando cambios en nuestra salud.
Cocinar en baterías fabricadas en acero inoxidable tiene muchas ventajas en comparación a otro tipo de materiales, por ejemplo, al ser un material libre de poros, es muy fácil de limpiar, no guarda malos olores, además, su diseño clásico y elegante, será un gran toque estético para nuestra cocina.
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Pero antes de usarlos, lo mejor es protegerlos para asegurarnos que siempre cumplan con su tarea, y por supuesto nosotros tenemos la mejor manera de hacerlo.
Ollas, cazos y cacerolas
Paso a paso:
- Llena de agua tus utensilios casi al tope.
- Colócalas al fuego, una vez comiencen a hervir, espera 15 minutos, después apaga la lumbre.
- Una vez que el agua esté fría, votala y lava tu olla como lo haces habitualmente.
- Sécala con un paño o trapo y guárdala.
Sartenes
Paso a paso:
- Cubre la superficie del sartén con un poco de aceite vegetal.
- Después llévalo a fuego bajo hasta que empiece a humear.
- Inmediatamente empiece a soltar humor, retira del fuego, espera a que enfríe, quita el aceite y lava con abundante agua.
- Seca y guarda.
Ahora que has terminado de “curar” tus instrumentos de cocina, ya están listos para las riquísimas preparaciones que estamos seguras encantarán a tus invitados o familia.
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