Las suculentas son una de las plantas de interior más utilizadas para decorar cualquier espacio pequeño, ya que suelen ser muy sencillas de cuidar, por lo que es ideal para esas personas que no cuentan de mucho tiempo. Sin embargo, para mantener su aspecto encantador, es necesario mantener una serie de cuidados básicos, ya que de lo contrario podrían estirarse. Si este es tu caso, te traemos los mejores consejos para recuperar el aspecto de tus suculentas.
¿Por qué se estiran las suculentas?
Las suculentas estiradas o etioladas, es una forma muy sencilla que tiene las plantas para avisar que se encuentran en peligro, ya que a pesar de que son consideradas como plantas de interior, estas requieren de la luz necesaria para alimentarse. Se recomienda ampliamente colocar estas plantas en lugares con sombra, pero con buenas cantidades de luz indirecta, así evitaremos que se marchiten.
Identificar si tus suculentas se encuentran estiradas o etioladas es muy sencillo, pero aun así te dejamos una lista para conocer mejor sus principales características.
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¿Cómo recuperar las suculentas estiradas?
Ahora que has identificado si tus suculentas se encuentran estiradas, podemos comenzar a realizar una serie de pasos que ayuden a recuperar su aspecto natural y encantador que tanto encanta a los amantes de la jardinería.
Consigue los materiales
Una de las formas más sencilla de recuperar el aspecto de tus suculentas es pasándolas por un proceso de enraizamiento, el cual, además de mejorar el aspecto, provocará que tengas una mayor cantidad de plantas, por lo que harás crecer tu número de plantas.
Para comenzar con este proceso, deberás obtener los materiales necesarios para enraizar las suculentas. Deberás tener a la mano unas tijeras, tierra, macetas y una hoja de sábila.
Deshoja las suculentas
Una vez que tienes los materiales necesarios para comenzar con el proceso de enraizamiento, deberás desinfectar perfectamente las tijeras. Utiliza un poco de leche, ya que este tiene propiedades fungicidas, la cual puede eliminar cualquier tipo de bacterias y hongos.
Cuando lo tengas listo, corta las hojas de la suculenta, pero deja la punta intacta. Después, corta en el tallo de la suculenta, dejando de dos a tres centímetros desde las hojas. De igual manera, corta el tallo que se encuentra dentro de la tierra, dejando únicamente cinco centímetros, desde la tierra.
Enraíza el tallo
Ahora que ya tienes tus tallos listos deberás cortar un trozo pequeño de sábila y enterrar ahí el tallo de la suculenta.
Posteriormente, coloca la tierra dentro de la maceta y entierra el tallo con todo y la sábila. De esta manera tendrás la oportunidad de hacer crecer otras suculentas. Ya solo queda ponerla en lugares con buena iluminación y mantener los cuidados necesarios.
Listo, con estos maravillosos consejos podrás recuperar la apariencia de tus suculentas estiradas, haciéndolas lucir como nuevas. Recuerda no volver a cometer los mismos errores para evitar que tus plantas vuelvan a pasar por lo mismo.