Las moscas no solo son desagradables por como se ven, también son transmisoras de enfermedades como la salmonella, tifoidea, entre otras, por supuesto no podemos desaparecerlas de la tierra porque ayudan con el ciclo de descomposición de la materia orgánica como los cadáveres, desperdicios de comida o excremento, aunque no podemos eliminarlas del planeta porque esto crearía un daño en la cadena de la vida, lo que sí podemos hacer (de forma muy simple) es dejarlas fuera de la cocina.
No sigas exponiendo tu salud o la de tus seres queridos con los tradicionales insecticidas en aerosol, debido a su contenido químico pueden generar explosiones, incendios, las consecuencias para nuestra salud van desde tos, irritación en los ojos, problemas para respirar hasta anemia y cáncer en casos extremos.
Sin contar los riesgos que representan para tus plantas de interior o mascotas, por eso mejor recurre a esta solución casera, libre de riesgos.
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Necesitas
- Una botella plástica
- Agua
- Miel
- Azúcar
Procedimiento
Corta la botella plástica por la mitad, en caso de no tener una, puedes reemplazarla por cualquier recipiente que no te moleste botar a la basura, agrega un tercio de taza de azúcar, una cucharada de miel de abeja y media taza de agua, mezcla muy bien hasta conseguir que los ingredientes se incorporen.
Coloca tu nueva trampa para moscas en un lugar ventilado, gracias al dulce olor de la miel y el azúcar, las moscas se detendrán en el, pero ten cuidado, su aroma puede atraer también a abejas, por eso te recomendamos colocar esta preparación cerca de una ventana o en algún espacio ventilado.
Una vez cumplida su función, empaqueta en una bolsa plástica (asegúrate de cerrarla muy bien para que no gotee nada) y vota a la basura, puedes repetir esta trampa casera tantas veces como la necesites.
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