¿Cuándo debemos cambiar las toallas? Esto tienes que hacer para eliminar gérmenes y bacterias

Muchas veces dejamos de lado la limpieza de las toallas, tanto de las manos como las del cuerpo entero. Si eres de lo que no se acuerda cuánto tiempo lleva sin cambiarlas, continúa leyendo que al terminar seguro querrás ir corriendo a poner una lavadora para eliminar todos los gérmenes y bacterias que se encuentran en ellas. 

Para los que no lo sabían, las toallas de mano, de baño y de cocina son un cultivo de gérmenes dentro de tu hogar. Según Jason Tetro, microbiólogo, estos artículos de limpieza no solo pueden generar aromas desagradables, sino que también pueden ser los causantes de irritaciones en la piel o infecciones, en el último de los casos. Por eso se deben de lavar frecuentemente. 

Gracias a estas posibles enfermedades, vamos a recordarle a la gente cada cuanto deben cambiar las toallas de sus casas. Inclusive los que tienden a hacerlo de forma constante, podrían estar haciéndolo mal. 

¿Con qué frecuencia se deben cambiar las toallas?

De acuerdo con los expertos, para evitar que estén mal olientes y eliminar todo rastro de bacterias o infecciones, las toallas se deben lavar al menos una vez a la semana, cuando se tratan de toallas de baño. Las de mano que se usan con más frecuencia se deben cambiar cada dos o tres días, dependiendo de la cantidad de visitas que se tengan en casa. Lo más recomendable es hacerlo lo antes posible. 

La de la cocina se deberá cambiar entre uno y dos días, ya que en ella se pueden quedar restos de grasa o comida que harán que sean las primeras en comenzar a oler mal. Esto quiere decir que se deben tener muchas toallas de cocina, al menos unas 3 en casa, para nunca quedarse sin ellas.

Ahora bien, esto nos deja la pregunta de cada cuanto se deben cambiar las toallas, es decir, cuando debemos comprar algunas nuevas. La realidad es que no existe un momento exacto para cambiarlas o al menos no uno científico. La realidad es que depende cada persona. Algunos querrán hacerlo cuando empieza a perder su función de absorción, mientras que otros lo harán hasta que realmente ya no seque.