Si te levantas con la cara y los párpados hinchados a diario deberás prestar atención ya que tu cuerpo podría estar mandándote un mensaje y seguramente sea que estás reteniendo líquidos. Ahora bien, ¿por qué ocurre esto a la noche? Y ¿cómo podemos evitar que esto pase? A continuación, te vamos a dar algunos tips para que tengas en cuenta.
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Si, por ejemplo, sueles comer tarde, y los alimentos que ingieres tienen un alto contenido en sodio, esto provoca que te dificulte mas la digestión y además favorezcas la retención de líquidos ya que la sal lo que hace es atrapar el agua en los tejidos. Para solucionar esto te recomendamos hacer una cena temprana y reducir lo más posible el consumo de sal.
También el consumo de carbohidratos favorece la retención por lo que sería mejor que los destinaras para el almuerzo o comida y en la cena optaras por una porción de proteína acompañada de vegetales. Otra de las cosas que sería prudente evitar, es beber demasiada agua ya que no siempre es saludable por la manera en la que hacemos la ingesta. Quizás no lo hemos advertido pero el cuándo lo hacemos es tan importante como el cuánto bebemos.
Según los expertos, se deben beber dos litros de agua diarios y eso es más que suficiente para eliminar toxinas y mantener el organismo saludable. En conclusión, bebe agua pero hazlo a lo largo de la jornada y no justo antes de acostarte porque, al tumbarte, se dificulta la eliminación de líquidos y el resultado es ese estancamiento que hace que te levantes con la cara hinchada.
Deberás prestar atención a la almohada que estás utilizando, es importante porque al tumbarnos, nuestro sistema linfático tiene más dificultad para eliminar líquidos por lo que, dependiendo de nuestra postura, pueden acaban acumulándose en el rostro. Esta es una de las razones más habituales por las que podemos levantarnos con los ojos y la cara hinchada. Para evitar esto elige una almohada firme, y no demasiado fina, para que pueda estar tu cabeza más alta que el resto de tu cuerpo y así ayudar a que los líquidos mejoren su flujo durante la noche.
Sin dudas que otro factor que influye y mucho es el sedentarismo. Este provoca la mala circulación de líquidos en el cuerpo por lo que si pasas muchas horas sentada en la misma postura es probable que sufras retención. Tampoco debemos descartar como causa alergias e intolerancia. Estos sin dudas son motivos para levantarse con la cara hinchada. Muchas veces no se conoce el origen de una reacción alérgica aislada pero si se da con frecuencia deberías hacerte pruebas específicas.
El pelo de los animales domésticos, los ácaros, el polen, el polvo… pueden ser alérgenos que te estén afectando. Incluso elementos de la dieta como el gluten o la lactosa. Entonces si observas que esa hinchazón al despertar va acompañada de lagrimeo, rinitis o picor de ojos o de garganta, no dudes en visitar a tu alergólogo, seguramente con el tratamiento adecuado puedas controlar el abotargamiento que sientes por las mañanas.