Las pepitas o semillas de calabaza son una fuente muy importante de nutrientes. Es por eso que deberían estar incluidas siempre en un plan de alimentación variado, equilibrado y saludable. Además, estas unidades contienen fibra, Omega 3, grasas buenas, minerales, vitaminas y antioxidantes. El consumo de este alimento ayuda a combatir la anemia, gracias al hierro que posee.
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Cómo preparar las semillas de calabaza para consumo
Una manera de consumir las semillas de calabaza y aprovechar sus beneficios nutricionales es en su estado seco. Para lograrlo de forma casera solo hay que extraerlas del vegetal, lavarlas y disponerlas en una bandeja o plato al sol. Como el alimento seguramente llame la atención de las moscas, debes cubrir el recipiente con una tela vegetal o malla fina que permita el paso del aire.
Otra opción es tostarlas. Para eso debes colocar las pepitas en una bandeja con papel de hornear y cocinarlas 15 o 20 minutos en el horno a una temperatura de 180°C. El objetivo es que se doren y no se quemen, así que deberás ir removiendo cada tanto. El procedimiento con este alimento saludable también puede hacerse en una sartén y para agregarle más sabor se pueden utilizar especias.
Además de incluir semillas de calabaza como snack para picotear o en tus platos diarios (ensaladas o puré), debes hacer previamente un proceso de trituración en el procesador o batidora que tengas en casa. De esta manera, los beneficios serán aportados por el alimento en preparaciones como zumo de frutas, yogures, batidos o tazones de cereales.
Finalmente, otra opción es el aceite de las semillas que puedes adquirir en cualquier tienda de productos naturales y lo puedes incorporar en sopas, aliños, vinagretas y ensaladas, sin efectuar un proceso de cocción. Esto quiere decir que el alimento aporta beneficios al cuerpo en crudo, esto es, si no se lo somete al calor.