La manera de cortar patatas a la hora de cocinar no está librada al azar y eso es algo que todo cocinero sabe y tiene incorporado en sus hábitos y conocimientos culinarios. Lo que sucede al elegir una o determinada maniobra, dependerá del tipo de plato para el cual se utilice este tubérculo tan nutritivo.
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La patata es uno de los alimentos base de la gastronomía española y no es lo mismo cocinarla asada, al vapor, a la plancha, al microondas o en platos de cuchara: potajes, sopas o guisos. La textura de este tubérculo y sus propiedades hacen que se deba cortar de distintas maneras para conseguir cremosidad, ligereza o una rápida cocción, entre otros fines culinarios.
El error que debes evitar a la hora de cocinar estofados o guisos es cortar las patatas con cuchillo, en cortes rectos o de rodaja. Lo que sucederá luego de esta maniobra es un efecto “cerrojo” que impedirá que el almidón se libere fácilmente. Lo ideal para obtener comidas más sustanciosas y almidonadas es chascar este alimento vegetal.
Al chascar las patatas, la estructura del tubérculo se rompe en todas las direcciones porque el corte es irregular. Esto significa que el alimento liberará de manera más fácil y rápida todo su almidón. De esta manera obtendrás preparaciones con más consistencia, con más cuerpo y mucho más sabor, sin necesidad de agregar espesantes de cualquier tipo.
Cabe mencionar que antes de chascar o cascar las patatas para guisos o estofados, lo ideal es que las laves muy bien, las peles y luego las cortes de esta manera. Ahora que tienes en tus manos el truco para obtener comidas almidonadas naturales, solo te queda ponerlo en práctica en estos meses de otoño e invierno que están por comenzar, con la retirada del verano y las temperaturas agobiantes.