Cocer las patatas con piel es importante porque se conservan las propiedades beneficiosas de este alimento para nuestro cuerpo. Luego será tuya la tarea de determinar si se la quitas o te la comes fría o caliente y con aliños, salsas, aderezos, sofritos o solo con una pizca de sal. Cocinar de esta manera este tubérculo, también garantiza que conserve su almidón.
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Para que no se desarmen, hay que cocer las patatas entre 20 y 45 minutos. El tiempo puede variar en función del tamaño y el tipo de variedad de las unidades elegidas. Pero esa es la cantidad de tiempo que suele comprender la cocción de este alimento con su piel. Para chequear que se hayan cocido, solo tienes que pinchar el tubérculo y que no haya resistencia.
Para cocer las patatas con su cubierta, lo ideal es lavarlas bien y colocarlas en una olla con abundante agua fría o tibia: tiene que notarse un par de dedos de líquido por encima de los vegetales. Luego debes cocinar a fuego muy alto y cuando el agua rompa el hervor, pasar a fuego medio para terminar todo el procedimiento.
Este tipo de cocción en las patatas, permite poder pelarlas antes de comerlas, cuando todavía están calientes, que es cuando más fácil es quitarles su piel. Pero puedes hacerlo también si se enfrían, solo que te costará un poco más. Pero consumirlas con su cubierta es una excelente opción para incorporar los nutrientes que ella contiene.
Además de que aporta carbohidratos y es fuente de energía para el cuerpo, la patata contiene potasio en abundancia. También posee vitaminas de tipo B y C; minerales como el hierro y el magnesio; y ácido fólico. La injerencia de este alimento en el organismo, también se da a nivel cardiovascular y ayuda a reducir la presión arterial. También combate la acidez y sus nutrientes ayudan a tener una piel sana.