Las picaduras de chinches son muy molestas y no pasan desapercibidas si hemos sido víctima del ataque de estos insectos hematófagos. Estos ejemplares son una plaga que a veces es complicado de eliminar e incluso puede terminar con la eliminación del objeto en donde tienen su nido.
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Respecto de esto último mencionado, las chinches suelen estar escondidas en costuras de colchones, fundas de almohadas o sábanas. Pero también se pueden alojar en sillones u objetos que estén cerca de animales. Es por eso que a veces resulta tan difícil combatir la plaga, que deben descartarse dichos objetos para terminar con el problema en casa.
Existen remedios caseros para combatirlas y eliminarlas. Pero en el caso de que la cantidad detectada sea muy grande, lo mejor es acudir a un especialista en fumigación de chinches para poder acabar con estos insectos y recuperar los objetos invadidos por estos animales que son tan pequeños que pueden pasar desapercibidos para el ojo humano.
Una chinche de gran tamaño, de todos modos, puede alcanzar el tamaño de una semilla de manzana y su color característico tiende a ser en tonalidades café o rojizas. Pero si sospechas de la presencia de estos hematófagos en tu casa, puedes tener en cuenta cuatro claves para detectarlos más rápido.
Una de las claves para saber si hay chinches en tu casa es revisar la habitación y en especial el colchón. Es fundamental que te ayudes con una linterna para iluminar bien las zonas y facilitarle a tus ojos la detección de estos seres tan minúsculos. Las costuras son su principal escondite. Otra manera es buscar sus huevos: estos pueden estar en grietas o huecos del mismo objeto y son blanquecinos y ovalados. Otra clave es detectar su presencia a través de la identificación de sus heces: estas son de color marrón. Finalmente, un cuarto factor para descubrirlas son las mudas de piel que dejan: minúsculas “cascaritas” que pueden terminar en zócalos o en las cabeceras de la cama y el colchón.