Para proteger tu cabello de los daños del sol y la sal del mar, puedes hacer una mascarilla casera con cuatro ingredientes. Para eso necesitas tener a disposición: vinagre de manzana, un puñado de hojas de menta, cuatro cucharadas de zumo de limón y un puñado de hojas de rúcula.
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Este tratamiento es ideal para utilizarlo y reparar daños producidos por las condiciones climáticas propias del verano, pero también la puedes preparar en los meses de frío para que tu cabello recupere la fuerza, el brillo y la hidratación. Lo primero que debes hacer para elaborar esta mascarilla efectiva es colocar la medida de un vaso de agua en un cazo.
El paso siguiente es agregar la medida de un vaso de vinagre y revolver para integrar. Luego debes poner a hervir esta mezcla para el cabello, añadiendo también el zumo de limón, la menta y la rúcula. Con que hierva unos 10 minutos bastará. Posteriormente, tendrás que dejar reposar la preparación para que se enfríe.
Cuando el líquido esté templado, debes colarlo y colocarlo en un recipiente con atomizador. De esta manera, podrás colocarte la mascarilla ligera sobre el pelo húmedo con facilidad (recién lavado es lo ideal) y dejarla actuar entre 20 y 30 minutos. Para enjuagar y quitarte la sustancia, debes lavarte con agua tibia.
En el caso de que te sobre preparación, la ventaja que tiene este líquido es que puedes llevar el recipiente con atomizador a todos lados y colocarte el producto en el cabello cuando estés en la playa. De esta forma, puedes potenciar la acción y protección de los nutrientes de la mezcla para combatir los daños producidos por el sol y la sal del mar.