Hay pocas cosas del verano que molesten más que el zumbido y las picaduras de los mosquitos, que aprovechan los meses de calor para alimentarse y proliferar. Repelentes, remedios caseros para ahuyentarlos, fuertes insecticidas y telas mosquiteras, son algunas de las soluciones frente a esta plaga de insectos.
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Pero lo que deberías saber es que no todos los mosquitos que te encuentres en tu casa o en el jardín son ejemplares hembras que pueden picar. Por el contrario, puede que estés frente a un insecto de gran tamaño que pertenezca a otro género y que sea muy importante para el ecosistema: la típula.
El error que debes evitar justamente si ves uno de estos ejemplares revoloteando por tu casa es exterminarlo. Las típulas no son un género al cual temer, ya que no es un insecto peligroso y tampoco pica. Si bien es cierto que su aspecto puede llamar la atención y confundirse con un mosquito enorme o sobrealimentado, no son parte de la misma familia: pertenecen a los dípteros.
Las típulas poseen patas mucho más largas que los mosquitos y sus alas por lo general siempre están bien abiertas aunque no vayan a volar (tarea para la cuál son bastantes torpes y lentas). Estos ejemplares pueden llegar a medir hasta 6 centímetros y por eso su aspecto causa pavor si se desconoce realmente de dónde proviene, se tiende a pensar que el animal es una amenaza.
Pero lejos de ese concepto, las típulas no hacen daño a las personas ni cuentan con un aparato succionador para extraer sangre y mucho menos picar. Estos insectos que pueden aparecer en tu casa en el verano, solo buscan néctar y no se traducen en vectores de enfermedades. Por eso caerías en un error si acabas con ellos, ya que son importantes para polinizar las flores. Un consejo: retíralas con cuidado hacia el jardín.