Las moscas es la representación más cabal de que algo está sucio, podrido o en muy mal estado. Pueden estar en casi cualquier parte del mundo, transmiten enfermedades con gran facilidad gracias a que sus pelos guardan cualquier cantidad de gérmenes que atrapan y propagan en sus viajes; hacen un ruido muy molesto al volar y no respetan el espacio personal.
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Esto no significa que debas dejarlas estar en tu casa cuando gusten, sino evitar que entren o ahuyentarlas para que salgan. Pero si hay demasiadas, puedes atraparlas, o en caso de plaga, fumigarlas. A continuación, encontrarás algunos trucos claves para que tus comidas de verano no sean interrumpidas por estos molestos insectos nunca más.
El primer gran truco para que no entren las moscas es mantén limpio y vacío el cesto de basura. El mayor atractivo para las moscas son los olores de comida fermentada, así que debes procurar que la mayor parte del tiempo tú contenedor de basura —en especial de orgánica— esté vacío y limpio.
El segundo gran truco para que no ingresen estos insectos a casa es no dejar trastes con alimentos. Evitar a toda costa dejar mucho tiempo trastes sucios en la cocina, y menos con comida. Lávalos en cuanto termines tus alimentos para alejar a las moscas, terminar más rápido de lavarlos y tachar un pendiente más de tu lista de tareas, además de alejar a las moscas.
Por último, puede usar mosquiteras magnéticas. Cuando cocinamos es casi imposible alejar a las moscas porque los olores las atraen demasiado. Para estos momentos lo mejor es comprar mosquiteras magnéticas del tamaño de la ventana de la cocina y cerrar las de otras habitaciones. Puedes quitarlas hasta después de comer para asegurar que no te molesten mientras disfrutas tus alimentos.