Limpiar todos los rincones del hogar es un hábito que hay que incorporar para mantener alejados los riesgos de contraer enfermedades o infecciones. Al hacer una rutina de limpieza de la casa es necesario tener en cuenta que algunos objetos pueden tener suciedad más difícil de quitar.
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Uno de los objetos que se ensucian más rápido en la casa es el control remoto. Ya sea de aires acondicionados, televisores u otro artefacto, estos dispositivos se deben limpiar a fondo porque son muy susceptibles de acumular suciedad, grasa y gérmenes. Lo mismo sucede con el móvil que lo estamos manipulando todo el tiempo.
La plancha es otro de los objetos que requieren una limpieza más frecuente y podemos olvidar cuando hacemos una rutina desinfectante. La importancia de quitar la suciedad de este electrodoméstico radica en que podemos volver a depositar bacterias en las prendas limpias. Lo mismo sucede con la alfombra del baño, ya que se pisa una y otra vez. Si bien se utiliza al salir de la ducha cuando estamos limpios, también lo hacemos antes cuando podemos portar gérmenes por la casa.
Algunas plantas de interior pueden acumular polvos y otras suciedades del ambiente. Por lo tanto, es preciso revisarlas frecuentemente, tanto en sus macetas y tierra como en sus hojas. Para asegurarnos de que no porten agentes contaminantes para el hogar y las personas que viven allí, se pueden limpiar con un paño seco o plumero.
Otro objeto que requiere limpieza diaria es el bote de basura. Este recipiente es uno de los que más bacterias y gérmenes puede acumular y puede ser nido perfecto de insectos indeseados en casa. Los desechos además emanan y despiden líquidos que pueden manchar las superficies inmediatas. Tomarse unos minutos a diario para limpiar con lejía es muy necesario para preservar nuestra salud.