Al decidir acoger en nuestro hogar plantas tanto exteriores como interiores debemos ser conscientes que requieren diferentes cuidado según la época del año en que nos encontremos. Con la llegada del verano y la subida de temperaturas, estos seres vivos necesitan una frecuencia más alta de riego que no siempre se ajusta a nuestra agenda. Te contamos cómo puedes mantener hidratadas tus plantas con un sencillo truco, incluso si te vas de vacaciones por un tiempo prolongado.
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En primer lugar debemos saber que en verano las plantas necesitan riego a diario. Están expuestas a más de 12 horas de sol y ello, sumado al viento que podemos encontrar en determinadas zonas de España, provoca una mayor deshidratación de ciertas especies.Popularmente se cree que el riego de las plantas en verano se debe realizar al anochecer y ello es un gran error.
En este momento del día, tanto la planta como las raíces presentan altas temperaturas y ha culminado la actividad fotosintécica. Por el contrario, a primeras horas de la jornada de verano, encontramos las plantas en su fase actividad y con el suelo y raíces más frías, por lo que es el instante idóneo para el riego.
Pero, ¿qué sucede si nos ausentamos por un periodo prolongado o no podemos pasar por casa en un par de días en verano? Si no contamos con la ayuda de familiares, vecinos o amigos que cumplan con rigor del riego diario de nuestras plantas, la solución se encuentra en un irrigador de cono de arcilla, que ofrece agua de forma continua a las raíces.
Podemos encontrar esta herramienta con dos funcionamientos, uno para el empleo de botellas y otro que se compone de una cánula para introducir en el recipiente del tamaño que queramos. Este sencillo truco se suma a otros consejos que consiguen mantener en perfecto estado nuestras plantas en verano, como por ejemplo agrupar todas las macetas a la sombra si nos vamos de vacaciones o bien hidratar la raíz frecuentemente por la mañana en lugar de pulverizar las hojas.