La necesidad de comer más saludable y con menos aceite ha llevado a muchas personas a comprar una freidora de aire para su cocina. Este electrodoméstico que se lanzó al mercado en un primer momento para hacer papas fritas, se ha convertido en una herramienta muy útil con la que se puede preparar casi cualquier comida.
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Aunque la cantidad de aceite que se utiliza para cocinar con la freidora de aire es mucho menor, es frecuente que queden restos adheridos cuando se prepara cualquier tipo de alimento en ella. Es por eso que te contamos cuál es la técnica perfecta para limpiar este útil electrodoméstico, con el objetivo de que no corras ningún riesgo de dañar alguno de sus componentes. Existen tres métodos para limpiarla que van desde uno convencional hasta una limpieza más profunda y la que decidas utilizar dependerá del uso que le des a tu freidora.
Para limpiarla de la forma tradicional, recomendamos en primer lugar desconectarla apenas terminamos de cocinar. Una vez que la freidora se haya enfriado, quitamos las partes desmontables como la cesta, la bandeja y la sartén de la unidad principal, lavamos con agua tibia, jabón neutro o un detergente suave y con una esponja no abrasiva cada una de estas partes. Para limpiar el exterior usamos un paño húmedo con detergente.
Como sabemos que algunas veces el tiempo apremia, existe otra opción más rápida para limpiar tu freidora de aire. Colocamos agua con jabón en la cesta y la encendemos para que la freidora trabaje a una temperatura elevada durante unos 10 minutos para que los restos de grasa y comida se terminen disolviendo. Cuando acabe el programa, retiramos la cesta, la enjuagamos y la dejamos secar. Ten en cuenta que esta técnica sólo debería usarse si no dispones del tiempo necesario para realizar la anterior.
Cada cierto tiempo, es recomendable que le realicemos a este electrodoméstico una limpieza más profunda con el fin de conservar su buen estado y perfecto funcionamiento. Para ello sumergimos la cesta en agua caliente y detergente desengrasante durante unos minutos y luego usamos un cepillo o esponja suave y jabón para retirar los restos de suciedad. Enjuagamos con abundante agua para que no queden restos de jabón ni detergente y retiramos la parte que cubre la parrilla para poder limpiar esta con una esponja o cepillo. Si nuestro modelo de freidora de aire no tiene a la vista la parrilla, podemos probar poner la freidora boca abajo y quizás así tengamos acceso a esta parte para poder higienizarla cada tanto.