ALIMENTACIÓN

Cómo diferenciar el hambre real del emocional

La vida moderna nos ha llevado a saltearnos momentos determinantes a lo largo de la jornada para ingerir nutrientes.

hambre emocional, hambre real, alimentación.Detectar nuestras emociones nos ayudará a comer mejor. Fuente: producción Gastrolab
Escrito en TENDENCIAS el

¿Tener hambre o tener ganas de comer? No es lo mismo y es importante que, para mantener una alimentación saludable, busquemos herramientas y empecemos a conocernos para diferenciar el hambre real del emocional. Empezar a entender de dónde provienen las ganas de comer algo nos ayudará a equilibrar nuestra salud y a evitar atracones que nos perjudican.

No es ninguna novedad que el estado emocional afecta todo nuestro organismo. No siempre es en la misma medida para todas las personas y por eso es vital que entendemos y aprendamos pautas para diferenciar el hambre real del emocional. Claramente, los niveles de ansiedad y de estrés que manejamos influencian nuestra manera de alimentarnos.

Pero veamos qué tipos de hambre podemos encontrar. Porque está el hambre de los sentidos, que es la que se produce a la hora de ver, oler o degustar una determinada comida. El hambre real, que es la que surge cuando el cuerpo necesita una serie de nutrientes para poder funcionar. El hambre celular es la que se produce cuando la persona se encuentra enferma. Y, por último, el hambre emocional surge a raíz de ciertos problemas emocionales o mentales como es el caso del estrés.

Hay información que indica que la mitad de la población no se alimenta con buenos hábitos. La vida moderna nos ha llevado a saltearnos momentos determinantes a lo largo de la jornada para ingerir nutrientes. Al mismo tiempo, si estamos en un momento estresante, sucede que comemos, muchas veces a toda velocidad, aunque el cuerpo no lo necesite. Y ahí empiezan los problemas de salud.

El estrés nos lleva a tener una alimentación poco saludable. Fuente: archivo Gastrolab 

Te dejamos un par de consejos para empezar a detectar las diferencias entre hambre real y emocional. Una clave es registrar los olores y los sabores de una comida. Otro paso importante es tener registro de la velocidad con la que masticamos y nos llevamos comida a la boca. Finalmente, otra clave es centrarse en el plato de comida, evitando pantallas o distracciones más allá de la mesa.