Las manchas en los manteles son el pan de cada día en nuestro hogar. En las comidas o cenas solemos relajarnos y es normal que el vino, las salas o el aceite acabe por caer en la tela que cubre perfectamente nuestras mesas. No es imposible remover estas molestas manchas, te contamos cómo con unos sencillos trucos.
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Cualquier tejido, hasta el de mejor calidad, absorbe las manchas de ciertos alimentos. Existen trucos que nos pueden ayudar para eliminarlas por completo pero debemos actuar con rapidez y precisión. En los últimos años se ha extendido el uso de los manteles antimanchas, de resina que permiten quitar la suciedad superficial fácilmente, pero hasta estos manteles claudican ante ciertas manchas.
Las manchas de alimentos grasos con las más resistentes. En cuanto manchemos nuestros manteles con este tipo de líquidos debemos aplicar de forma rápida agua fría o incluso hielo. Si en este momento no disponemos de agua fría también podemos aplicar sal. Muchas personas piensan que lo mejor es agua caliente. No obstante, es el agua fría lo que detiene la absorción en los tejidos y evita que las manchas se expandan.
Tras la aplicación de agua fría en las manchas de los manteles, el segundo truco fundamental para conseguir buenos resultados es agregar vinagre o bicarbonato sobre éstas, actuarán como productos blanqueadores naturales, lógicamente este tipo de trucos funciona mejor en tejidos de tonos claros. Recuerda que debes frotar un poco las manchas.
Una vez hemos intentado quitar las manchas con agua fría y bicarbonato o vinagre podemos lavar los manteles como de costumbre, en la lavadora o a mano, siguiendo las indicaciones que nos exige cada tejido. Este último truco nos asegura una limpieza perfecta. En manchas mucho más persistes es posible que necesitemos otros productos. Sin embargo, si actuamos con rapidez casi con total seguridad eliminaremos las machas de nuestros manteles.