Las ollas y las cacerolas, son utensilios de cocina que se usan a diario y, aunque sean de acero inoxidable, pueden estropearse y perder el brillo con el uso y el paso del tiempo. El agua es otro de los motivos que pueden precipitar la pérdida de brillo de las ollas, puesto que se van quedando más opacas.
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Recuperar ese brillo es más sencillo de lo que parece. Sólo es necesario un minuto para conseguir que esa olla o cacerola quede como nueva, así como utilizar unos productos naturales o que, casi siempre, se encuentran en una cocina. A continuación, unos trucos para que las ollas vuelvan a tener su característico brillo.
Vinagre de limpieza
El vinagre blanco o el vinagre de limpieza es uno de los productos que consigue recupera muchos utensilios de cocina. Se emplea en muchos trucos de limpieza, y en este caso, nada más hay que aplicarlo y fregar para que el acero inoxidable vaya recuperando el brillo. Luego, simplemente hay que enjuagarlo bien para que se pueda volver a usar.
El vinagre de manzana también sirve para este truco casero. Pero no es necesario hacerlo con cada lavado, simplemente cuando se vea que la olla va perdiendo el brillo. Lo bueno, además, es que estarán también bien desinfectadas.
Bicarbonato de sodio
Otro truco casero es usar bicarbonato de sodio. Este producto de limpieza es muy versátil y natural, y se emplea tanto para abrillantar las ollas y cacerolas, como para eliminar las manchas más resistentes y malos olores que puedan tener. El truco está en coger una taza con vinagre y añadir dos cucharadas de bicarbonato. Con una esponja y agua hay que frotar bien esta mezcla por toda la olla, y mejorará en minutos.
Salsa de tomate
Este truco pocos lo conocen o pocos creen que sea real, pero es cierto que la salsa de tomate es un gran limpiador y abrillantador, puesto que los tomates contienen un alto nivel de ácido, lo cual ayuda a abrillantar, desinfectar y limpiar ciertas superficies como las ollas y las cacerolas. La forma de emplear esta salsa de tomate es cubrir las partes más oscurecidas o quemadas de la olla con ella y dejar actuar durante media hora. Luego, hay que enjuagar la olla y repasar un poco con una esponja para eliminar los restos que no hayan acabado de saltar.