Todos conocemos los pasos para comer un plátano, primero abrimos la fruta, retiramos la piel, quitamos las fibras que contiene y listo, disfrutamos de esta fruta, pero en estos pasos hay un grave error, las fibras que estamos quitando tiene muchos beneficios para nuestra salud, continúa leyendo este artículo y entérate más sobre estas fibras del plátano.
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¿Qué son las fibras o filamentos del plátano?
Las fibras forman parte importante del sistema que se ocupa de transportar los nutrientes de un lado a otro de la planta de plátano, el aparato circulatorio que permite que crezca y se desarrolle. Este sistema se denomina floema y, gracias a él, el fruto está repleto de nutrientes.
¿Las fibras son comestibles?
No solo se pueden comer, sino que tienen muchos beneficios, ya que representan un alto valor nutricional, de hecho, su nada desdeñable carga de fibra y vitaminas complementa a la perfección los hidratos de carbono y potasio del propio plátano. Además, las hebras también tienen calcio y antioxidantes, componentes clave para mantener las articulaciones y los músculos en buen estado.
Entre otros beneficios que se derivan de la ingesta de estas fibras destaca el reforzamiento de la salud intestinal gracias a un tipo de fibra especial, llamado pectina, cuya principal ventaja radica en la absorción de los residuos que nuestro cuerpo no puede digerir y su integración en las heces. De esa manera, la excreción de los desechos será mucho más sencilla.
Y, más allá de su calidad como alimento, las fibras nos indican el estado de maduración en el que se encuentra el plátano. Si se adhieren fuertemente a la carne y es complicado separarlos, lo más seguro es que la fruta pueda esperar un par de días más antes de ser consumida, en cambio, si por el contrario, se desprenden nada más retirar la piel del plátano, está en su punto perfecto.