A medida que vamos envejeciendo, conforme al deterioro natural del cuerpo y los tejidos dérmicos, las arrugas comienzan a aparecer. A algunas personas esto no les ocasiona ninguna molestia, pero otras intentan devolverle el aspecto liso a la piel a través de cremas, cirugías y otros tratamientos estéticos.
Te podría interesar
¿Por qué salen las arrugas?
Lo cierto es que una causa de la aparición de las arrugas es la falta de colágeno o su poca producción por parte del organismo. Por eso algunos profesionales de la salud recomiendan ingerir suplementos con esta proteína, no solo para la piel sino para los músculos y cartílagos. Además, siempre hay que tener en cuenta que los factores genéticos o hereditarios también inciden en la aparición de estas marcas de expresión.
Existen muchos productos cosméticos para darle un aspecto luminoso, hidratado y de firmeza a la piel, con ingredientes exclusivos de laboratorio, creados por expertos en medicina estética. Pero también hay opciones naturales, más económicas, que se pueden aprovechar con alimentos que tenemos en casa, en la nevera o en nuestras alacenas.
¿Cómo preparar un bótox casero para las arrugas?
El procedimiento es sencillo. Solo tienes que mezclar dos ingredientes: la clara de un huevo y una cucharada de miel. Luego de colocar ambos alimentos en un bol, debes batir hasta formar una pasta. Posteriormente, tendrás que limpiar tu rostro y secarlo completamente. Acto seguido, tendrás que aplicar el bótox con una brocha y dejar actuar durante 20 minutos. Finalmente , enjuaga con agua tibia.
¿Cómo hacer un bótox casero de pepino y huevo?
En este caso, la preparación consiste en cortar el vegetal en trozos y luego triturarlo. Seguidamente, tendrás que mezclarlo con la clara de huevo y revolver hasta integrar los ingredientes. Lo que sigue es similar al procedimiento con la miel: limpia y seca tu rostro, y coloca el bótox para las arrugas con un pincel o brocha y deja actuar por 30 minutos. Finalmente, enjuaga con abundante agua tibia.