Ha llegado la primavera y el clima es ideal para planear una escapada perfecta con familiares y amigos para alejarse del calor de la ciudad o hacer una pequeña reunión en casa.
Si planeas una tarde de diversión, no pueden faltar las bebidas y los bocadillos para el picoteo. Sin embargo, dado el aumento de las temperaturas, hay algunas cosas de las que tienes que cuidar tus alimentos, como la presencia de moscas y la rápida descomposición de la carne. Por lo tanto, es importante mantener los alimentos refrigerados la mayor parte del tiempo.
El propósito de una reunión es pasar un buen rato, pero nadie quiere salir de la fiesta con una infección estomacal, por eso es importante monitorear el estado de la carne para asegurarse de que está en el mejor estado. Pero muchas personas confunden la descomposición de la carne con una característica que nada tiene que ver: la iridiscencia.
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¿Por que la carne tiene iridiscencia?
El color de la carne puede ser un indicador de su integridad, pero resulta que la iridiscencia o el brillo no esta realmente relacionado con el estado inocuo del alimento, sino con un simple cambio en las propiedades organolépticas.
Cuando se expone la carne a factores ambientales como la luz y el oxígeno, los tejidos animales se oxidan y descomponen los pigmentos de color formados durante el proceso de curado, dando como resultado esa apariencia cromada y brillante.
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¿Es peligroso comer esta carne?
Esto quiere decir que este cambio de color nada tiene que ver con que la carne se esté descomponiendo, de hecho, lo único que cambia es la apariencia, pero la integridad, textura y sabor siguen siendo exactamente las mismas. Por el contrario, si tus carnes presentan mal olor, consistencia pegajosa, aparición de pequeños puntos blancos y tonalidades verdes, entonces si que puede estar sufriendo descomposición y en ese caso si vale la pena desecharla.
¿Cómo evitar que la carne cambie de color?
Según la autoridad alimentaria, la carne contiene hierro, grasa y otros compuestos que reaccionan con la luz y el calor. Además, las carnes y embutidos contienen pigmentos que adquieren un tinte iridiscente o verdoso cuando se exponen al calor o al procesamiento. Esto quiere decir que la iridiscencia no representa disminución de la calidad o seguridad de la carne.
De cualquier modo, servir el jamón de esta manera no suena tan atractivo, así que tal vez quieras evitarlo. Empacar la carne en envases herméticos y almacenarla lejos de la luz puede ayudar a evitar esta situación. Mantén la carne en la nevera y saca solo cuando la vayas a servir o cocinar y evita que pase mucho tiempo expuesta al ambiente.
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Ahora ya sabes por qué la carne se torna brillante y cómo evitarlo. Pero recuerda que si encuentras esta tonalidad en tu jamón, puedes comerlo sin ningún problema, para que no termines desperdiciando tus carnes. Por otro lado, si muestra algún signo de descomposición, será mejor que la deseches para no poner en riesgo tu salud.