Las suculentas, también conocidas como crasas, son unas plantas que almacenan agua en cantidades mayores que otras. Y esto hace que sean muy fáciles de cuidar. Además, se trata de unos vegetales muy coloridos que siempre quedan bien en terrazas y jardines por su gran tamaño. Pero, aunque sean muy resistentes, hay que tener en cuenta ciertos cuidados para que crezca lo mejor posible y dejen unas vistas muy favorecedoras.
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La variedad de suculenta que lleva por nombre Golden Sedum, por el tono anaranjado cobrizo que adquiere al estar expuesta al sol, es una de las plantas más vistosas que se puede tener en el hogar. En el Feng Shui se considera una planta que aporta armonía y protección. De igual modo, que se cree que purificadoras de energía negativa, por lo que es importante situarlas en lugares estratégicos para aprovechar su poder según la forma de las hojas.
Entre los cuidados y las consideraciones que debemos tener si se tiene una planta suculenta en casa destacan:
El riego. Hay que darle agua cuando veamos que la tierra está completamente seca, teniendo en cuenta que posee órganos acuosos en mayor proporción que las otras plantas, suele aguantar más, pero hay que comprobarlo una vez por semana por si acaso, y más si suben las temperaturas.
La luz. La suculenta debe tener unas 6 horas de sol mínimo al día. Si está dentro del hogar, lo mejor es colocar la planta cerca de una ventana para que pueda recibir la suficiente luz natural.
Propagación. Para poder trasplantar estas plantas y que sigan creciendo hay que usar un sustrato similar al que se emplea con los cactus, aquellos que son ricos en perlita, y que tiene un buen drenaje para que no se acumule la humedad y crezca sana y con más brotes.
Trasplantar. Hay que hacerlo con los esquejes y tener en cuenta los cuidados. Cortar con un cuchillo esterilizado un tallo y dejarlo en un lugar seco para que se endurezca. Ya pasado un tiempo, se puede replantar en una maceta y dejar que la suculenta vuelva a crecer con los mismos cuidados.