CONSEJOS

Cómo se congela el queso, con todos los trucos para evitar desperdicio

En muchas oportunidades vamos al supermercado y compramos en grandes cantidades para que nos duren todo el mes. Bueno, te mostramos como freezer él quiso para que puedas disfrutarlo como si estuviera fresco.

Hay grandes trucos para congelar los quesos.Fuente: Producción Gastrolab.
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El queso se ha convertido en uno de los alimentos más versátil que existe. Podemos consumirlos fríos en una buena tabla o incluirlo en una receta caliente donde le dará un toque espacial. Además, tiene muchos beneficios y existen decenas de variedades: queso en lonchas, quesos duros curados, quesos blandos, tiernos, de cabra, de vaca, de oveja.

El gran problema que nos vamos a encontrar con el queso es que al ser de origen lácteo, hace que su almacenaje sea delicado. Pero no es imposible, aunque hay que tener en cuenta algunos factores antes de intentar guardarlo durante mucho tiempo. Te mostramos las distintas maneras y las más apropiadas para congelar el queso y disponer de él cuando lo necesites.

Quesos. Fuente: Archivo.

En el caso de los quesos frescos, pueden soportar bajas temperaturas. Lo que tienes que tener en cuenta es no el congelar sino el descongelar ya que el aroma y el sabor habrán variado un poco. Antes de congelar estos quesos blandos, debes secarlos con papel absorbente y envolverlos en una lámina de plástico transparente o en una bolsa para congelar con cierre hermético.

En el caso de los magros, estos quesos son ideales para congelar porque tienen menos grasa. Además, el frío prolongado incluso mejora sus características originales. Lo que tendrás que hacer para congelar un queso magro es envolverlo en papel film de cocina para conservar los alimentos y cubrirlo con el papel o el envase original antes de meterlo en el congelador.

Alimentos congelados. Fuente: Pexels.

Los quesos duros o semiduros necesitan varias capas de plástico transparente y un envase hermético para poder meterlos en el congelador. Pero en este caso, aunque los lácteos están a temperaturas muy bajas, su fermentación continúa. Por ello, si observas que aparecen manchas blancas o señales de moho, frota la zona con papel absorbente humedecido en aceite de oliva. También puedes raspar o cortar el pedazo que esté en mal estado.