Es sabido que para tener un estado óptimo de salud, debemos mantener una dieta sana, variada y equilibrada, en la que tengan prioridad, además del pescado, las frutas y las verduras. Sin embargo, en muchas ocasiones no aprovechamos la totalidad de estos alimentos. Por esto es que te vamos a contar sobre 7 cáscaras nutritivas que suelen acabar en el cubo de la basura, ya sea por desconocimiento o por la aprensión a las sustancias tóxicas como productos fitosanitarios para su cuidado y producción. Solamente debes tener cuidado a la hora de lavarlas.
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La cáscara de la berenjena es de la familia de las solanáceas contiene nasusina, una antocianina con un gran poder antioxidante, es extremadamente saludable ya que combate los daños causados por los radicales libres, previniendo la aparición de diferentes enfermedades como las degenerativas. Si hablamos de un tubérculo básico de nuestra gastronomía la patata es una de las más consumidas, acopia un patrimonio nutricional excepcional, en el que destaca la vitamina C, de la que contiene el 46% de la cantidad recomendada. Sin embargo, el 20% del mismo se concentra en la piel, especialmente la vitamina C y la fibra, que además es comestible.
Otro de los alimentos que son buenos para la salud, son los cacahuetes que tienen una piel de color marrón que envuelve este fruto seco, muchas veces al comerlo se la sacamos y esto es un gran error, ya que es rica en compuestos fenólicos, especialmente taninos, que despuntan por su poder antioxidante, los cuales neutralizan la acción de los radicales libres, previniendo el envejecimiento y distintas enfermedades.
El pepino en su cáscara concentra el mayor porcentaje de b-caroteno, pero si lo pelamos el contenido se reduce a casi a cero. Se destaca por su bajo contenido calórico, y es ideal para las dietas de adelgazamiento, tiene gran riqueza en vitamina C. Por su parte, el calabacín también es muy saludable ya que acopia buenas cantidades de vitaminas, antioxidantes, minerales y fibra, siendo una excelente aliado de la función intestinal, de la pérdida de peso y algunas dolencias gastrointestinales.
La cáscara de naranja tiene gusto sumamente ácido y su textura es dura y áspera, pero constituye un auténtico tesoro nutricional, acopia generosas cantidades de antioxidantes, fibra y vitamina C. Para sacarle el máximo partido gustativo, podemos rallarla y espolvorear en las elaboraciones, incluirla en las infusiones o en las aguas de frutas e incluso confitar.
La dura y consistente cáscara que recubre la piña es aunque parezca inverosímil comestible, y además, una fuente de nutrientes. El componente más destacado es la fibra, una gran aliada de la salud y el tránsito intestinal o la pérdida de peso, como hemos comentado en otras ocasiones.