Existen combinaciones de alimentos que pueden resultar molestas para el sistema digestivo. Acidez, hinchazón, incomodidad intestinal y gases, son algunos de los efectos que se pueden presentar si se ingieren determinadas comidas juntas.
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Es el caso de la combinación de frutas con otros alimentos. Algunos profesionales de la salud recomiendan ingerir frutas de forma distanciada del resto de las comidas. El motivo es que las frutas son alimentos que se digieren rápidamente, pero fermentan en el estómago al poco tiempo de ingresar allí. Mezclarla con otros productos, por ejemplo de postre, hará que la digestión sea más lenta y se sienta sensación de pesadez.
El tomate y el arroz son otros alimentos que no se deben comer juntos para evitar la hinchazón del vientre. Estas comidas provocan ese efecto porque, por un lado, el tomate es muy ácido y, por otro, porque el arroz tiene mucho almidón. Lo que sucede en este caso es que los componentes del tomate disminuyen la absorción de los hidratos de carbono del almidón (que también está presente en las patatas y el maíz), la digestión se torna más lenta y comienza la fermentación.
La combinación de queso y espinaca tampoco es recomendada, a pesar de ser una de las más populares y nutritivas. El hierro que contiene este alimento vegetal no puede absorberse bien por el organismo si se consume con queso. Y por otro lado, los oxalatos de la verdura inhiben la absorción del calcio del lácteo.
Ingerir algún tipo de carne junto patatas, arroz o legumbres puede provocar hinchazón del vientre, ya que la combinación de proteínas con almidón generan una fermentación en el estómago que provoca gases y malestar intestinal.