Congelar alimento a veces suele no ser una tarea tan sencilla. En este caso, vamos a enseñarte la forma más adecuada para congelar unas fresas. Antes que nada debes revisar y desechar las que no estén en buenas condiciones, especialmente si estas presentan moho.
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Luego, ya con aquellas que sí son óptimas, las vamos a lavar y luego las dejamos que escurran el agua en un colador para que no se forme escarcha y cueste más separarlas. Debemos colocarlas en un recipiente amplio, de modo que las fresas no se apelmacen. También podemos congelarlas en papel de aluminio, envolviéndolas de forma separada.
Esa es una forma, otra forma de congelarlas es introducirlas en una cubitera con un poco de agua alrededor. Y una vez congeladas ¿qué podemos hacer con ellas? Entre otras cosas podemos usarlas para enfriar las bebidas. Si dispones de una buena picadora, las fresas congeladas son una excelente manera para preparar granizados y smoothies. Y, por supuesto, también puedes preparar tu propio helado.
Las fresas una fruta saludable fuente de vitaminas
Las fresas y los fresones son poco calóricos. Tienen un valor energético de entre 27 y 34 kilocalorías por cada 100 gramos. Están compuestas principalmente por agua e hidratos de carbono mientras que tienen un bajo porcentaje de proteínas. ¡Eso sí! Es una excelente fuente de vitamina C.
Entre sus beneficios se destacan que son bajas en calorías, una taza esta fruta tiene unas 43 calorías. Además, contienen fibra, que ayuda a regular los procesos digestivos y a reducir la sensación de hambre. También ayudan a disminuir el nivel de colesterol malo en sangre, gracias a la gran cantidad de ácido ascórbico, lecitina y pectina que contiene el fruto.
Son una fuente de vitaminas del grupo B, como la vitamina B6, la niacina, la riboflavina, el ácido pantoténico o el ácido fólico y de Vitamina C, una taza de fresas contiene el 136% de la cantidad diaria recomendada de esta vitamina, lo que las convierte en un poderoso antioxidante que potencia el sistema inmunitario. Además, las fresas, actúan como un potente antioxidante y antiinflamatorio natural y contribuyen a la salud ósea, gracias a su alto contenido en magnesio, potasio y vitamina K.