El estrés se ha convertido en un gran problema en estos tiempos modernos. Dolores de cabeza, contracturas y fatiga permanente son algunos de los tantos síntomas que nos produce vivir una vida agitada. Por eso, debemos recurrir a tratar de bajar esos niveles de estrés con una buena alimentación, actividad física y plantas naturales que nos ayuden a relajar.
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Una de las plantas milenarias que te van a ayudar a reducir el estrés, es el ginseng. La función más reconocida por la que se utiliza como suplemento es la de tónico del sistema nervioso, indicado para épocas de trabajo exigente, ya sea mental o físico, como entrenamientos o exámenes. Mejora la atención, la memoria, la resistencia física y la fuerza muscular. Pero resulta que su efecto es mucho más profundo de lo que se suponía.
El Panax ginseng es una de las plantas medicinales más estudiadas del mundo. Existen más de tres mil trabajos científicos que muestran su eficacia para aumentar la resistencia al estrés, ya sea por temperaturas extremas, tensión mental, problemas emocionales, trabajo o ejercicio excesivo. Al conjunto de estas propiedades se les llama propiedades adaptógenas. El concepto lo creó un científico ruso, Nikolai Lazarev, en 1947.
Los expertos observan muchos más beneficios sobre esta planta medicinal. Uno de ellos, es que potencia la inmunidad, aumentando la actividad de los glóbulos blancos. Además, mejora la función hepática, por lo que el organismo mejora la eliminación de toxinas como también, es un tónico que activa los pulmones y el sistema reproductor. Como hemos dicho, bajar los niveles de estrés, es su principal función.
Actualmente el ginseng se puede adquirir en comprimidos que ya vienen con dosis estandarizadas, lo que hace su consumo más seguro que en preparados caseros. Al consumir esta planta medicinal para el estrés, respetar las dosis es crucial para no tener efectos indeseados, que en el caso de exceso de ginseng pueden ser dificultades para dormir, palpitaciones y elevación de la tensión arterial.