Una dieta no solo se utiliza para poder bajar de peso sino, un buen esquema de alimentación también nos dará energía y por supuesto nos ayudara a prevenir enfermedades. Por eso, la alimentación adecuada donde ingresemos una actividad física constante, es una de la mejor manera de contar con una vida plena.
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Pero esa vida plena se ve afectada cuando salimos a nuestras actividades cotidianas donde, en muchas ocasiones, estamos expuesto a grandes niveles de estrés. Para lograr controlarlo, debemos incluir la vitamina C ya que es un nutriente con grandes beneficios para la salud, especialmente para el cuidado de la piel y el correcto funcionamiento del sistema inmune. Sin embargo, su valor en el organismo va mucho más allá, ayudando también a controlar los niveles de estrés.
Por lo general cuando hablamos de vitamina C siempre asociamos este nutriente a comer naranjas, mandarinas o tomar un zumo de naranja. Es cierto que esta fruta cítrica es una importante fuente de esta vitamina. Sin embargo, existen numerosas frutas y verduras que pueden aportar más cantidad de este nutriente que la naranja y por eso hay que pensar en una dieta equilibrada.
Un prestigioso trabajo de investigación desarrollado por la Universidad de Oregón (Estados Unidos) muestra que en las personas que cuentan con una dieta deficiente en vitamina C, los receptores de GABA dejan de funcionar correctamente. Cuando los niveles de receptores GABA son demasiado bajos, se relacionan con mayores situaciones de insomnio, estrés, ansiedad o depresión. Sin embargo, cuando sus valores son altos, ayudan a la memoria, aprendizaje y favorecen la relajación.
Por ello, los expertos autores de la investigación explican que «es probable que la vitamina C tenga una función más importante de lo que creíamos en nuestro cerebro y que su presencia es fundamental para convertir la dopamina en serotonina». Con todo ello, debemos tener claro que el cerebro también requiere de la vitamina C para su correcto funcionamiento, que además ayuda a sentirnos mejor. Y es que también se ha podido demostrar que la vitamina C contribuye a disminuir al estrés debido a que regula la producción de cortisol por parte del organismo.