El ayuno intermitente se ha convertido en los últimos años en el plan de alimentación de moda para bajar de peso. No podemos considerar este régimen una dieta como tal, ya que no exige la supresión de determinados alimentos sino que establece periodos entre comidas. Si bien comporta beneficios para nuestra salud, debemos considerar también los riesgos, de forma que siempre que decidamos introducir cambios alimenticios debemos consultar con un especialista.
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Como hemos mencionado el ayuno intermitente o también llamado fasting supone diferentes efectos positivos. Si se lleva a cabo correctamente acelera el metabolismo y permite bajar de peso y reducir la masa corporal. Además, favorece la sensibilidad a la insulina, disminuye el colesterol, incrementa la energía y mejora el proceso digestivo. También se suele asociar los beneficios de esta especie de dieta con la regulación positiva de los hábitos del sueño y la ralentización de los procesos neurovegetativos. Sin embargo, también debemos tener en cuenta los riesgos de adoptar este tipo de alimentación.
Como hemos dicho, antes de iniciar el ayuno intermitente es fundamental consultar con un especialista en nutrición o nuestro médico de cabecera. Dentro de los riesgos que podemos asumir al realizar este régimen que muchos consideran una dieta al uso, es el efecto rebote. Privarnos de la ingesta de alimentos durante unas determinadas horas para luego consumir todo tipo de comida sin control probablemente nos hará ganar más peso del que hemos perdido.
Los expertos en nutrición subrayan en caso de optar por realizar el ayuno intermitente tenemos que “enseñar” a nuestro cuerpo a diferenciar la necesidad de alimentos o hombre de la gula, evitando ingerir más comida de lo habitual para que pueda utilizar la grasa almacenada. Por tanto en los momentos en que ingerimos comida debe ser saludable y equilibrada, evitando alimentos ultraprocesados.
Resulta evidente que el ayuno intermitente está totalmente desaconsejado para quienes hayan sufrido trastornos de alimentación. Tampoco pueden seguir esta mal llamada dieta los menores de edad, personas de edad avanzada y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.