SALUD

3 hábitos para tener una vida saludable y sin enfermedades

La actividad física y una buena alimentación son fundamentales para contar con un organismo sano y lleno de energía.

Actividad Física.Es muy buena para la salud. Fuente: PexelsCréditos: Pexels.com
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Tener una vida saludable y evitar enfermedades malignas necesita de un esfuerzo que vale la pena. La Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste permanentemente que con hábitos saludables y no tener excesos hacen que a lo largo de nuestra vida no tengamos enfermedades incapacitantes o de tratamientos prolongados.

Ya se ha comprobado que una vida sana está relacionado con mayor energía a en nuestros cuerpos. Se podrá disfrutar una vida plana  y contrarrestar los niveles de estrés que generan el día a día. Además, es muy bueno decir que tener estos hábitos no necesariamente está vinculado al aburrimiento sino, tiene que ver con evitar excesos y ser muy moderados al consumir ciertos alimentos y bebidas que nos hacen daño.

Hacer actividad física hace muy bien a la salud. Fuente: Pexels

La primera costumbre que debemos incluir en nuestro día para una vida saludable es la actividad física. El ejercicio es uno de los elementos importantes para mantener un buen estado de salud. “Fortalece los huesos, el corazón y los pulmones, tonifica los músculos, mejora la vitalidad, alivia la depresión y ayuda a conciliar mejor el sueño”, explican los especialistas.

En segundo término un hábito a mencionar el evitar fumar. Este muy mal hábito tiene efectos nocivos en casi todos los órganos del cuerpo humano ya que puede causar cánceres de pulmón, de esófago, de laringe, boca, garganta, riñón, vejiga, hígado, páncreas, estómago, cérvix o cuello uterino, colon y recto, así como también leucemia mieloide aguda. El humo de tabaco está compuesto de muchas sustancias que son perjudiciales para los fumadores activos y pasivos.

Tener hábitos saludables evita enfermedades graves. Fuente: Pexels

Por último, un hábito mal utilizado es el consumo de bebidas alcohólicas en excesos excesivamente afecta varias funciones cerebrales como las emociones, el pensamiento y el juicio. Con la ingestión continua de alcohol, se afecta el control motor, produciendo mala pronunciación al hablar, reacciones más lentas y pérdida del equilibrio. El consumo excesivo de alcohol puede provocar el desarrollo de enfermedades crónicas, que ponen el riesgo la salud de las personas.