La dieta Keto o cetogénica alude a una intervención terapéutica cuyo objetivo es generar una situación de cetosis similar a la del ayuno, la cual se logra con un aporte insuficiente de comida o por una restricción de alimentos ricos en proteínas o en grasas. Pero lo más importante es que este tipo de dieta siempre debe ser sometida a un control médico.
Un cuerpo cetónico es aquel que ha logrado reducir su apetito, pero no es algo que ocurra de la noche a la mañana, ya que en este tipo de dietas es de vital importancia el acostumbramiento. Es por eso que antes de comenzar la dieta keto, uno debe tener bien en claro cómo llevarla a cabo y sobre todo preguntarnos: ¿Soy una persona apta para realizarla?
¿Para quién está recomendada la dieta keto?
La dieta Keto suele indicarse para períodos cortos de tiempo en aquellos pacientes con obesidad o enfermedades metabólicas asociadas como: la diabetes tipo 2, el síndrome metabólico, hígado graso no alcohólico o poliquistosis ovárica. Entre sus beneficios, la dieta keto reporta una pérdida de peso y provoca cambios en la composición corporal. También se produce una pérdida de masa grasa. Además, mejora la sensibilidad a la insulina y los valores de glucemia (es decir, el azúcar en sangre).
¿Qué tipos de alimentos se consumen en la dieta Keto?
La dieta Keto se caracteriza por menús de cinco comidas, donde los huevos, la carne, los lácteos, las verduras, los frutos secos y las semillas son los protagonistas. Además hay mucha presencia de alimentos ricos en grasas saludables como el aguacate o pescados como el atún, el bacalao o el salmón.
Efectos secundarios de la dieta Keto.
Esta dieta puede tener diversos efectos adversos como estreñimiento, diarrea, náuseas, calambres, cansancio, fatiga, irritabilidad, cefalea, mal aliento y déficit de vitaminas y minerales. Es por esta razón que la dieta Keto no se debe realizar sin la supervisión de un médico o especialista.