La chía es una pequeña semilla que posee grandes propiedades. Aunque su popularidad ha crecido mucho últimamente, en realidad se consume desde hace mucho tiempo. Aquí te contamos los beneficios que la chía otorga a nuestra salud.
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La chía es una de las tantas superfoods que han ganado mucha fama en los últimos años. Aun cuando sabemos que ningún alimento por sí solo supondrá una panacea, la investigación científica actual ha permitido corroborar diversos beneficios que se le atribuyen a la semilla.
Beneficios de la chía
1. Cumple función antiinflamatoria
Las semillas en general son una buena fuente de grasas saludables. Sin embargo, son escasas aquellas que otorgan un aporte importante de ácidos grasos poliinsaturados de tipo omega-3. La chía es una de esas pocas semillas que resulta excelente fuente de omega-3.
Los ácidos grasos omega-3 han demostrado ser capaces de ayudar a disminuir las inflamaciones. Se ha visto que su consumo frecuente resulta eficaz para la prevención y control de enfermedades como las cardiovasculares, neuro-degenerativas (como Alzheimer y demencia senil), artritis reumatoidea, diabetes tipo II, depresión, cáncer, entre otras.
2. Regula los niveles de glucosa en sangre
La chía es muy rica en fibra. Se le denomina fibra dietética al conjunto de carbohidratos que poseen la característica de no poder ser digeridos ni absorbidos en el tracto gastrointestinal humano. Al no darse la digestión y absorción en el intestino delgado, siguen su camino hacia el intestino grueso o colon, en donde cumplirán diversas funciones para nuestro organismo. Una de las funciones más destacadas de la fibra es la de ayudar con la regulación de los niveles de glucosa en sangre.
Cuando la semilla se moja, absorbe el líquido para generar una suerte del gel o goma a la que se le denomina mucílago, un tipo de fibra fermentable que ayuda a reducir significativamente la bioaccesibilidad de la glucosa. Esto quiere decir que si se hace una comida cargada en azúcares junto con chía, dichos azúcares serán absorbidos en menor proporción.
3. Puede disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares
De la misma manera, la fibra presente en la chía actúa sobre la absorción de los lípidos y el colesterol “malo”.
El exceso en el consumo de ácidos grasos saturados, trans y colesterol puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Por otro lado, el alto aporte de ácidos grasos omega-3 y su potencial antiinflamatorio juegan un rol importante en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
4. Ayuda a controlar el hambre
La fibra dietética, además, cumple una función principal en la regulación del apetito. Las señales que regulan las sensaciones de hambre y saciedad están íntimamente ligadas a la velocidad del vaciado gástrico, pues a partir de esto se segregan las hormonas que indicarán que es tiempo de parar de comer y de ingerir alimentos nuevamente.
La fibra, entonces, posee la propiedad de aumentar el tiempo de tránsito intestinal, logrando así que nos sintamos saciados por más tiempo.
5. Ayuda a mantener una flora intestinal saludable
La flora intestinal o microbiota se refiere al conjunto de microorganismos vivos que habitan en el intestino grueso o colon. Estos, participan en una serie de procesos cruciales para el correcto funcionamiento del organismo humano, por lo que mantener una microbiota saludable resulta muy importante.
La fibra, en este contexto, al no poder ser digerida en el intestino delgado, llega hasta el colon en donde parte de ella será fermentada por dichas bacterias, es decir, funcionarán como su alimento.
6. Tiene función antioxidante
Distintos compuestos con capacidad antioxidante se han detectado en la semilla de chía.
La acción conjunta de dichos compuestos, así como la elevada presencia de ácidos grasos de tipo omega-3, le otorgan a la semilla su alta capacidad antioxidante. Así, la chía contribuye a prevenir enfermedades como cáncer, Alzheimer, Parkinson, etc.