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Cómo hacer una guarnición agridulce con brócoli en solo 10 minutos

Brócoli.Fuente: Pexels.com
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El brócoli puede ser el protagonista de nuestro almuerzo o de nuestra cena como plato principal, pero también se puede convertir en un excelente acompañamiento en nuestras comidas. Muchas personas eligen cocinarlo hervido o al vapor, aunque en esta ocasión vamos a recomendarte que pruebes hacerlo salteado con cebolleta y con todos los ingredientes que se detallan a continuación para que quede bien sabroso.

Esta verdura que es parte de las crucíferas o bascáceas posee minerales que enriquecen nuestro sistema inmunológico, ya que aumentan los niveles de hierro, el potasio y el magnesio. Tiene propiedades antioxidantes, pero también actúa contra las inflamaciones, los virus y las bacterias. Si te apetecen los vegetales y nunca se te ocurrió cocinarlos en preparaciones agridulces, entonces no sabes lo que te estas perdiendo.

Fuente: Instagram @pimientaysalescuela

Ingredientes de la guarnición para dos comensales (o porciones)

1 brócoli grande (o dos chicos)

1 ramillete de cebolleta

Sal de ajo (a gusto)

Pimienta negra molida (a gusto)

Aceite de oliva (a gusto)

10 g de semillas de sésamo

1 cucharadita de zumo de limón

1 1/2 cucharada de sirope de agave o miel

1 cucharada de caldo vegetal o agua

Fuente: Unsplash.com

De forma muy fácil vamos a cocinar este brócoli salteado para que resulte agridulce, con un tiempo de cocción mínimo, para que en tan solo 10 minutos esté lista tu guarnición. Para ello vamos a limpiar muy bien la planta y cortamos las flores bien pequeñas, buscando que queden proporcionadas lo más similares posible. Trituramos la cebolleta mientras que, en un sartén grande, calentamos un poco de aceite de oliva. Incorporamos la cebolleta y cocinamos por 2 minutos.

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Acto seguido, sumamos el brócoli con sal de ajo a gusto y agregamos el caldo vegetal más el zumo de limón. Cocinamos durante cuatro minutos, hasta que crujan y queden sólidos. Cuando se vean bien firmes, los apartamos del fuego y rociamos con la miel (o sirope), la pimienta y las semillas de sésamo. La mezcla se irá caramelizando hasta tomar un sabor agridulce. Por último, integramos con un cucharón nuestra preparación y servimos.