DELICIOSO

Para los amantes del vino: roscos de vino con aceite de oliva

Son excelentes para tapear y compartir un lindo momento entre amigos.

Roscos de vino.Fuente Pixabay
Escrito en RECETAS el

El vino es la bebida alcohólica más famosa y consumida en todo el mundo. El proceso de elaboración es bastante complejo y el resultado final termina siendo un exquisito vino que puede degustarse acompañado de varias comidas. En este artículo, encontrarás cómo elaborar roscos de vino con aceite de oliva en tan simples pasos.

Los roscos de vino son unos dulces típicos de Navidad en forma de rosquillas que se caracterizan por ser redondos y tener un agujero en el medio. Se denominan de esa manera por participar en la masa una cierta cantidad de vino. Es un plato típico de la gastronomía española y que especialmente se encuentra en La Mancha y en la provincia de Málaga. Pero, puede consumirse en cualquier época del año que no sea en Navidad.

Vino. Fuente Pixabay

Por otro lado, los roscos de vino son excelentes para picotear de manera puntual donde se aprovecha un dulce elaborado a base de ingredientes frescos y de buena calidad. La receta que te compartiremos a continuación es muy sencilla y fácil de hacer donde obtendrás un sabor delicioso y podrás sorprender a tus invitados. Los ingredientes necesarios para preparar estos roscos de vino son: 300 grs de harina de trigo, 125 ml de vino dulce y de aceite de oliva, 80 gramos de azúcar blanco, una cucharada y media de anís blanco, sésamo tostado, ralladura de naranja y 65 gramos de azúcar glas.

La elaboración de los roscos de vino consiste en primer lugar, tostar la harina. Para poder hacer esto, debes colocarla en una bandeja de horno forrada con papel vegetal y cocinarla a 170°c durante unos 20 minutos. Una vez consumido la mitad del tiempo, se debe remover para que el tostado quede uniforme, pero teniendo cuidado de que no se queme. El otro paso, será tamizar la harina, verter el aceite de oliva y freír la ralladura de naranja durante 5 minutos.

Roscos. Fuente Pixabay

Una vez hecho esto, se debe machacar el anís y el sésamo en un mortero hasta que se forme un polvo ligero. Para elaborar la masa, hay que mezclar la harina tostada, el azúcar, el anís y el sésamo en un bol. Una vez que los ingredientes estén integrados, añadir el aceite frío. Con la masa resultante, formar una bola y envolverla en papel de plástico y dejarla reposar durante 30 minutos en la nevera. El paso final es estirar la masa, cortar los roscos y hornearlos a 170°C durante 20 minutos.