La cebolla caramelizada llegó a nuestras vidas para dar un toque dulce, sin azúcar, a un montón de platos. Razones para apostar por la ella no faltan y, sobre todo, ocasiones para utilizarla. Es el acompañante perfecto de hamburguesas, perritos calientes e incluso va de maravilla con una ensalada de rúcula y queso de cabra.
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Receta fácil de cebolla caramelizada
Como vais a ver en esta sencilla receta, hacer cebolla caramelizada no tiene ningún misterio, pero sí tiene un par de truquitos que acelerarán el caramelizado y no, ninguno de ellos pasa por añadir azúcar.
Es cierto que es muy frecuente agregar un pelín de azúcar para favorecer este proceso y acortarlo, pero nosotros vamos a evitarlo porque no queremos añadir calorías a la fiesta. Y es que, aunque no lo parezca, por su picante sabor, la cebolla tiene bastante azúcar natural en su interior, solo es cuestión de hacerlo relucir.
Ingredientes
- 2 Cebollas grandes
- 2 cdas de Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- medio vaso de agua
Cómo hacer cebolla caramelizada
- Pela y corta la cebolla en juliana de la manera más homogénea posible. Coloca en una olla ancha y baja (o sartén antiadherente) con tapa el aceite, la cebolla y la sal.
- Remueve durante dos minutos mientras está a fuego medio y cuando alcance temperatura pon la tapa y baja a fuego bajo. Remueve cada 10 minutos para que no se pegue.
- Cuando empiece a agarrar color agrega el agua y deja cocer a fuego bajo
- Lo importante de la cebolla caramelizada es dejar que se caramelicen sus azúcares, cocinando la cebolla muy despacio durante 90 minutos aproximadamente.
- Pasado este tiempo, destapa y deja que se caramelice lentamente removiendo cada pocos minutos para que quede toda del mismo color.
- Retira del fuego y deja enfriar.
Puedes reservarlas en un recipiente hermético en refrigeración por una semana, pero probablemente te las termines antes de eso.