No es un muffin ni un croissant, ¡es la increíble fusión que debes probar! Un cruffin es una pieza de pastelería híbrida típica de la gastronomía australiana que se compone de una mezcla de un croissant y un muffin. Esencialmente, esta nueva versión del bollo francés es exactamente igual a la receta de un croissant pero se cocina dentro de un molde para muffins.
¿Cuál es el secreto del cruffin?
Esta receta lleva un tiempo considerable y bastante atención para asegurarnos que la textura sea exactamente cómo debe ser. Una de las principales cosas a tener en cuenta es la temperatura de la manteca, la cual debe estar fría en un comienzo pero luego debe ponerse a temperatura ambiente para poder estirarse con un rodillo fácilmente y así lograr hacer el empaste típico del croissant. Ya que ha tomado esta forma, debe volver a estar lo suficientemente fría para luego manipularla.
Receta del cruffin
Para 6 porciones
- 300 gr de harina
- 15 gr de levadura fresca
- 1 cucharadita de sal
- 15 ml de agua
- 50 gr de mantequilla
- 2 cucharadas de azúcar
- 165 gr de mantequilla para la decoración
- Azúcar glas para la decoración
Preparación
- Colocamos la harina en un gran bol, formamos un hueco en el centro y agregamos la levadura, la sal, el azúcar, la mantequilla cortada en cubos y el agua.
- Amasamos por 10 minutos hasta formar una masa suave que no se pegue en los dedos.
- Formamos un bollo, lo colocamos en el bol, lo cubrimos con un paño seco y dejamos leudar por 45 minutos.
- Una vez pasado el tiempo de espera, sobre una superficie enharinada dividimos la masa en 6 porciones iguales.
- Trabajamos una porción a la vez, dejando el resto cubierto por film de cocina.
- Estiramos cada porción hasta que queden de 1 cm de espesor.
- Colocamos generosamente mantequilla en cada porción.
- Formamos rollitos con 3 porciones, enrollándolas sobre sí mismas. Hacemos lo mismo con los otros rollitos, hasta obtener 3 rollos grandes.
- Estiramos un poco cada rollo para hacerlos un poco más largos, especialmente en los bordes.
- Cortamos los rollos con un cuchillo y envolvemos en forma de caracol.
- Colocamos cada uno en un molde para muffins previamente engrasado.
- Deja leudar por 1 hora en el congelador. Cocinamos por 35 minutos en un horno precalentado a 180°C.
- Una vez cocidos, los dejamos enfriar en una grilla, y espolvoreamos con azúcar glas.
Una vez listo, el cruffin se puede comer tal y como está, se puede espolvorear con azúcar glas, cacao en polvo e incluso café, o bien, si lo tuyo es más clasico entonces puedes rellenar con jalea, crema, chocolate, nutella, frutas o cualquier cosa que os imaginéis. Ahora que si os habéis quedado picados con estas fusiones, podéis probar suerte con la receta del cruapán, el hermanito mayor del cruffin.