¿Tienes platos favoritos pertenecientes a la gastronomía vasca? Sin lugar a dudas, uno de ellos es la tarta de queso quemada. Este postre es tan popular que encontramos mil y una recetas perfectas para cualquiera, desde las más sencillas sin horno hasta las más saludables sin azúcar ni harina. En esta ocasión te daremos la receta definitiva para conseguir un pastel vasco perfecto.
Te aseguramos que tu tarta de queso no volverá a saber igual, esto es porque compartiremos contigo un secreto para dejarla perfecta. Antes de comenzar, debes saber que este pastel consta de 2 preparaciones: La base de masa quebrada y el relleno de crema. No te preocupes, enseguida te diremos cómo preparar ambas partes de la mejor manera.
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El truco para hacer una tarta vasca perfecta
El sitio web, Bon Viveur, asegura que el éxito de este clásico de la repostería española está en la mantequilla. Sabemos que lo típico es usar ingredientes a temperatura ambiente para los bizcochos caseros, pero para obtener resultados óptimos, tendremos que utilizar mantequilla absolutamente fría. Esto hará que la masa tenga un sabor delicado y sabroso una vez que la horneemos.
Receta de la tarta vasca con crema y masa quebrada
Ingredientes
Para la masa:
- 175 gramos de harina de trigo
- 60 gramos de azúcar blanco
- 1 pizca de sal
- 100 gramos de mantequilla fría, cortada en cubos
- 1 huevo grande + 1 huevo (para pincelar)
Para el relleno de crema:
- 20 gramos de harina de maíz (maicena)
- 30 gramos de azúcar blanco
- 50 mililitros de nata para montar
- 200 mililitros de leche entera
- La ralladura de 1 limón
- Media cucharadita de vainilla (en pasta)
- 2 huevos grandes
Procedimiento
¿Cómo hacer el relleno de crema?
Comenzaremos calentando en un cazo la leche entera, la nata para montar y la harina de maíz. A continuación, agregaremos el azúcar blanco, los huevos, la ralladura de limón y por último, la vainilla en pasta. Removemos perfectamente y bajamos la temperatura a media para remover con las varillas hasta obtener una crema espesa.
Una vez que la crema tenga una textura espesa, retírala del fuego y vierte el resultado en un recipiente para después cubrirlo con papel film transparente. Permite que repose a temperatura ambiente mientras preparas la masa quebrada.
¿Cómo hacer masa quebrada?
El primer paso de esta segunda parte de la receta es colocar en el vaso de la batidora la harina de trigo, el azúcar blanco, la mantequilla fría, el huevo y una pizca de sal. Puedes batir con tus manos o con una espátula de silicona. Es muy importante que batas solo lo necesario, ya que la masa podría calentarse y el resultado sería muy diferente.
Cuando ya no queden restos de harina en el recipiente, bolea la masa, aplánala ligeramente y cúbrela con papel film transparente. Déjala en la nevera por al menos 30 minutos o durante 10 en el congelador.
Después del tiempo de reposo, estira la masa hasta dejarla con un grosor de 5mm. Corta 2 círculos, estos servirán como la base y la cobertura del pastel. Coloca uno de los círculos en la base del molde y cubre el otro disco con papel film. Con la masa sobrante, forma otra bola y déjala reposando nuevamente.
Con la masa sobrante, forma 2 tiras de 25 centímetros de largo, 4 de alto y 5 mm de grosor, esto formará los bordes. Coloca las tiras en el molde y une estos trozos con la base. Una vez lista, rellena el molde con la crema y coloca el segundo disco para formar la cubierta. Refrigera el pastel por 30 minutos o llévalo al congelador por 10.
Pasado el tiempo de reposo, decora la superficie de tu tarta con ayuda de un tenedor y bate el huevo para pincelar la tapa del pastel. Hornéala a 210 ºC por 40 minutos. Una vez lista, déjala enfriar por completo antes de servir.
¡Y ya está! Puedes decorar tu pastel vasco con un poco de azúcar glas y algunas fresas laminadas o los frutos del bosque que más te gusten. Recuerda que la tarta tradicional está rellena de frutos rojos, así que siéntete libre de incluirlos. Sigue en Gastrolab España para encontrar más recetas de postres con masa quebrada y tartas de queso.