Si pensamos en los dulces típicos de nuestra infancia probablemente una de las primeras imágenes que lleguen a nuestra mente son las magdalenas de la abuela. Esponjosas, con o sin chocolate, perfectas para el desayuno o la merienda. Si quieres disfrutar del sabor único de una receta casera como la de nuestras abuelas sigue leyendo.
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El origen de las magdalenas
Existen diferentes teorías acera del origen de las magdalenas y lo cierto es que Francia y España se disputan su autoría. Si hacemos caso a la versión española, la leyenda cuenta que una joven llamada Magdalena vendía estos dulces a los peregrinos del Camino de Santiago como recuerdo de la concha de la vieira, ya que la forma del dulce se asemeja a las estrías del molusco. Lo cierto es que se puede encontrar esta forma tanto como la redondeada. Sea como fuere su aparición lo importante es disfrutar de unas dulces magdalenas caseras. Descubre cómo preparar esta receta a continuación.
Ingredientes para las magdalenas caseras
4 huevos
1 vaso de leche
250 gramos de harina
150 mililitros de aceite de oliva virgen extra
Ralladura de la cáscara de un limón
1 sobre de levadura
250 gramos de azúcar
Canela
Preparación
Para comenzar estas magdalenas caseras debemos precalentar el horno a 180º, un paso fundamental para conseguir que eleven. A continuación, debemos preparar los moldes en una bandeja de horno o bien el molde que contiene las cápsulas para colocar la masa. Una vez tengamos esto listo es hora de comenzar la receta.
Batimos los huevos con el azúcar hasta lograr que la mezcla doble el tamaño y consigamos un color muy claro, podemos hacerlo a mano, pero el resultado será excelente con la ayuda de varillas eléctricas. Agregamos seguidamente el aceite de oliva y lo integramos. Una vez se fusione repetimos el proceso con la leche. Si lo deseamos, con el objetivo de dotar estas magdalenas caseras de un poco más de sabor añadimos la ralladura de limón y un poquito de canela.
Una vez cumplimentados estos pasos, sumamos los ingredientes secos: la harina previamente tamizada y la levadura. Integramos todos los ingredientes con movimientos envolventes con cuidado de no dejar grumos. Cuando tengamos lista la masa rellenamos los moldes o cápsulas hasta la mitad y llevamos al horno. Cocinamos hasta ver que las magdalenas doblan su tamaño o podemos comprobar con un palillo al pincharlas que esté seco.