La inclusión del chocolate en el contexto de una dieta variada y equilibrada puede generar una serie de efectos positivos sobre la salud. El cacao ha demostrado ayudar a controlar ciertos parámetros, como la presión arterial y su consumo de manera regular podría resultar protector para el sistema cardiovascular. Esto se debe, en gran parte, a la cantidad de fitoquímicos y antioxidantes que concentra en su interior.
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Debido a todos estos beneficios vamos a enseñarte una de las preparaciones más típicas de la Pascua, huevos de chocolate, que aunque no son ideales para consumir a diario, por su alto contenido en azúcar, no pasará nada por incluirlos en la pauta de manera puntual.
Ingredientes
- Chocolate de repostería con 50-55 % de cacao
- Moldes en forma de huevo y un pincel de cocina
- Frutos secos para el relleno
Preparación
Derrite el chocolate con cuidado, lo mejor es hacerlo al baño María, aunque también cabe la opción de utilizar el microondas, para conseguir el mejor de los resultados, comienza picando el chocolate en un cazo para después colocar el mismo al baño María. El agua no debería superar nunca la temperatura de 60 grados centígrados.
Una vez que el chocolate esté listo, pincelar los moldes con forma de huevo en el interior de los mismos con chocolate. Cuando la primera capa se endurezca, vuelve a proceder del mismo modo para generar otra capa por encima. El objetivo es lograr un resultado final grueso que no se rompa fácilmente.
Cuando los huevos de chocolate ya tengan el espesor que desees, introducelos en la nevera durante al menos un par de horas para conseguir que se enfríen bien y queden con una textura óptima. Pasado el tiempo, desmolda los huevos y quedará una capa de chocolate entera y brillante.
Une las dos partes que conforman la estructura. Para ello, pinta con un poco de chocolate atemperado por el borde y pega ambas piezas. Para completar tus huevos de Pascua, también puedes colocar un fruto seco o cualquier otra cosa que tenga chocolate, grageas o maní para que al romperlo los comensales se deleiten con una pequeña sorpresa en su interior.