El bizcochuelo es uno de los postres o meriendas más solicitadas por las personas quienes prefieren este postre debido a su fácil preparación. Tiene las características de ser una masa de pan esponjosa, elástica y en donde su corteza es fina y tostada pero no dura. Debido a la presencia de huevos en el bizcochuelo, hace que sea esponjosa. Los bizcochos, en su parte, son porciones menores y pueden presentarse de diversas variedades. En la siguiente nota te recomendamos cómo preparar en simples pasos un bizcocho de yogur.
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El bizcocho de yogur es el más fácil del mundo. Este bizcocho ha sido un clásico en la gastronomía española y además es habitual en la receta de los postres. Este bizcocho admite diversas variedades y se puede utilizar como base de otras tartas o incluso puede agregarse frutos secos o naturales. Los resultados serán sorprendentes y será bien recibido por los integrantes de la familia.
Para poder preparar este delicioso postre se debe tener como medida los vasos de yogurt. La receta es fácil y sencilla de recordar y requiere de un yogurt, una medida de aceite de oliva suave, dos medidas de azúcar blanca y además se requieren tres huevos y tres medidas de harina. Solo falta agregar un sobre de levadura, esencia de vainilla y una pizca de sal. Para aromatizar se puede agregar ralladura de limón o naranja.
Para preparar el bizcocho de yogurt es tomar como medida el vasito de este líquido, añadir el yogur a un bol grande y lavar el envase en donde venía el yogur. Luego, se debe proceder a calentar el horno a una temperatura de 200°C y untar el molde que se va a utilizar con mantequilla. Una vez hecho este paso, espolvorear con harina el molde, batir los huevos para agregarle luego sal y azúcar. Posteriormente, en un bol se puede agregar aceite de oliva, la levadura química y medir nuevamente con la harina.
La segunda y última parte es meter todo en el bol y batir hasta que quede una masa homogénea. Los siguientes pasos tienen que ver con el horneado del bizcocho de yogur donde hay que verter la masa en el molde y hornear entre 30 a 35 minutos con 180°C. Hay que evitar abrir el horno lo menos posible y para la presentación final, se debe desmoldar con el molde al revés y estará listo para ser espolvoreado con azúcar y así ser disfrutado.