Si te gusta la coctelería seguro ya conoces un montón de bebidas y cócteles súper deliciosos, pero imaginate que hubiera un licor hecho especialmente para ti con el que pudieras hacer un cóctel perfecto de acuerdo a tus gustos y con el nombre que tú quieras ponerle. Pues precisamente eso es lo que vamos a hacer hoy, Descubre cómo hacer tu propio licor casero y utilizarlo para crear cócteles.
El arte de la coctelería es tan fácil como complejo, es decir, no se trata sólo de mezclar bebidas e ingredientes a diestra y siniestra como lo hacías en la fuente de sodas cuando eras menor; la coctelería requiere de cierto conocimiento y técnica para poder desarrollarla y crear tragos que valgan la pena. Pero tampoco es una ciencia exacta en la que tengas que saber la cantidad específica de cada ingrediente, una vez que sabes las bases es relativamente fácil encontrar las proporciones correctas para que un cóctel sepa como tú quieres (a menos que quieras venderlo, en ese caso si debes saber las cantidades con exactitud).
Cómo hacer tu propio licor casero con frutas naturales
Repasar la teoría de la coctelería podría tomarnos un buen tiempo, y a menos que quieras ser un barman experto, no hace falta saberlo todo. Lo que sí debes saber es que todos los licores están formados de 3 partes: un alcohol base, un almíbar y los aromas.
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Para hacer el alcohol base puedes partir de la materia prima, como caña, patatas o cereales, pero la verdad es que lo más fácil es agarrar uno que ya tengas en casa. Mientras más contenido alcohólico tenga y menos aromas mejor; por eso es recomendable usar vodka, ron blanco o curacao, aunque también puedes partir de un tequila joven o un sake.
Una vez que has elegido el alcohol base, toca preparar el almíbar, que no es sino una mezcla en partes iguales de agua y azúcar. Es decir, si vas a utilizar 100 ml de agua, deberás disolver en ella 100g de azúcar, y para ello basta con poner los ingredientes en un cazo al fuego y dejar que se disuelva el azúcar por completo sin remover. Una vez que el almíbar esté listo debes dejarlo enfriar hasta que alcance temperatura ambiente.
Por último vamos a agregar los aromas, notas o sabores, y aquí lo podemos hacer de diferentes formas, ya sea agregando especias al almíbar, como canela, clavo, pimienta o anís, o dejando macerar fruta en el licor. En este caso utilizaremos la fruta, porque queremos un licor fresco y con notas tropicales. Así que elige la fruta (o frutas) que más te guste, puedes usar una combinación de cítricos con limón, naranja y toronja, una más tropical con mango y coco o incluso intentar con frutos rojos.
Cuando hayas elegido tus frutas, ya podemos empezar a prepararlo. Vas a necesitar un frasco de vidrio grande con tapa, una hoja de papel oscura o un poco de cinta de aislar y una botella de vidrio de 700 ml vacía y limpia.
- En el frasco de vidrio con tapa, vierte el alcohol base hasta la mitad. Luego, agrega el almíbar y mezcla bien, la cantidad depende de qué tan dulce quieres que salga el licor, pero normalmente va de 30 a 100 ml.
- Tapa el frasco y cúbrelo con la hoja de papel o la cinta de modo que no le entre luz. Déjalo reposar durante 2 días.
- Corta la fruta en trozos, si quieres que se pinte puedes machacar un par de ellas. Pasados los 2 días, abre el frasco y agrega la fruta hasta que se llene el frasco. El objetivo es que el licor tome todo el sabor posible. Tapa el frasco otra vez y deja reposar por 5 días más.
- Pasado ese tiempo, cuela el licor y traspásalo a la botella. Completa con el alcohol base hasta llenar la botella.
- Mezcla bien y deja reposar la botella un par de días más.
Así de sencillo puedes crear un licor frutal con tus ingredientes favoritos. Olvídate de los clásicos cócteles con vodka y ron, es momento de crear los tuyos.
Cómo hacer tu propio cóctel casero
Ahora que ya tenemos nuestro licor con el sabor que nos guste, es momento de que empecemos a jugar un poco para crear tantos cócteles como se nos ocurra. Recuerda que hay una infinidad de cócteles diferentes, así que, en realidad no hay reglas. Puedes tomar una bebida como base y agregarle tu licor, unas gotas de angostura y una rodaja de limón, o ponerte más creativo y juntar 3 de tus licores caseros con una cucharada de leche condensada, un toque de vainilla y una cereza y licuarlo con hielo para hacer un granizado.
En fin, las posibilidades son infinitas, lo importante aquí es que experimentes hasta encontrar las proporciones correctas, solo hay algunas cosas que debes considerar:
- Procura no juntar lácteos con refrescos o cítricos, eso requiere de una técnica un poco más complicada para que no se corte la leche.
- Piensa para qué momento será tu cóctel, recuerda que puede ser aperitivo o digestivo. Si es aperitivo, normalmente se busca que sea fresco y dulce. En cambio, los digestivos suelen ser más amargos y cremosos.
- Piensa bien lo que quieres hacer. Seguro que puedes combinar cosas a diestra y siniestra, pero desperdiciarás muchos ingredientes y te llevaras varios disgustos. Mejor, planifica los cócteles pensando que ingredientes podrían ir bien con cuales otros y en qué cantidades. Por ejemplo, no es muy buena idea utilizar 2 onzas de angostura en 1 onza de licor, creeme, eso no te va a gustar.
- Practica tus tragos. No enloquezcas y quieras sorprender a tus invitados ofreciendo un cóctel que nunca has intentado, no querrás dejar a todos con un mal sabor de boca. Antes de ofrecerlo siempre realiza varias pruebas hasta obtener el sabor que buscas.
- Inspírate en otros cócteles. Si no sabes cómo empezar, puedes revisar recetas de cócteles clásicos como el martini y cambiar los ingredientes. Con el tiempo irás agarrando técnica y podrás hacerlo por tu cuenta.
Sigue estos consejos y conviértete en el barman favorito de tu grupo de amigos, tu creatividad es el límite, inventa cuantos tragos quieras, pero bebe siempre con medida. Y recuerda que tal vez no a todos les guste lo mismo que a ti, no te lo tomes personal si a alguien no le ha gustado tanto tu cóctel, ya le podrás preparar otro que si le guste.